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BRASIL. – El sueño de un joven de 19 años, de llegar a ser un domador de leones en África se convirtió en una pesadilla tras morir brutalmente devorado por una leona el pasado domingo. Gerson de Melo Machado padecía esquizofrenia, y por su condición irrumpió en la jaula de una leona, en el parque zoobotánico João Pessoa. El hecho ha conmocionado a miles de internautas en redes sociales y a la sociedad brasileña tras darse a conocer la identidad de la joven víctima.
Eran cerca de las diez de la mañana cuando Machado escaló un muro de seis metros, superó los paneles protectores de la jaula, se abrazó a una palmera y descendió tranquilo por ella hasta el interior, donde el animal llamado estaba tumbado al sol, según los vídeos grabados por otros visitantes. En segundos, la leona se levanta y lo ataca.
Conocido como Coqueirinho, Machado se crio en la red pública de acogida, que tuvo que abandonar al cumplir los 18 años. Acabó en prisión. Varios profesionales que lo trataron han denunciado públicamente, este lunes, su desamparo. “Era una tragedia anunciada”, según un funcionario penitenciario. “Gerson tenía que estar en tratamiento psiquiátrico, no entre rejas”, ha dicho una consejera tutelar.
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La consejera explicó que el adolescente y su familia cargaban con un historial de problemas de salud mental. Según la prensa local, la madre de Machado tenía esquizofrenia y la familia vivía en una pobreza extrema.
En una entrevista con O Correio Braziliense, autoridades dieron a conocer que la víctima tenía 19 años, pero cuando hablaba, su capacidad cognitiva no pasaba de la de un niño de 5 años. Mostraba una fragilidad inmensa en su salud mental.
El parque cerró sus puertas inmediatamente después del ataque mortal que siguió a la invasión de la jaula. Sus responsables explicaron en un vídeo en el perfil de Instagram del zoo que cumplen todas las medidas de seguridad requeridas. “Algunas cosas no podemos preverlas porque se salen de la normalidad”, explicó todavía nervioso el veterinario Thiago Nery. Desde el zoológico, aclararon que no tenían intención de sacrificar a la leona después del ataque.
Según la administración, la leona no muestra un comportamiento agresivo fuera del contexto del hecho y no será sacrificada. Por otro lado, añadieron que el protocolo para casos como este incluye monitoreo, evaluación de conducta y atención especializada.








