. – Cuando LeeRay King conoció el vapeo por primera vez a los 14 años, en realidad no le gustó.

Pero una semana después de poner el en sus labios, el joven de Wellington, quedó “enganchado” y tres años más tarde, estaba en el hospital mientras le extirpaban trozos negros de su pulmón.

“Fue por culpa del vapeo y la cantidad de veces que lo hacía al día”, dijo LeeRay King, quien afirma que consumía unos cuatro cigarrillos electrónicos en una semana.

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Todo llegó a un punto crítico en agosto, cuando LeeRay se despertó en mitad de la noche con un dolor insoportable en el lado izquierdo y tuvo dificultades para respirar.

Su madre, Kylee Jope, dijo que se despertó con “cientos de llamadas perdidas” de su hijo. “Decidí llevarlo al hospital y se desplomó en el asiento delantero del auto y rompió a llorar con un dolor insoportable”, mencionó Kylee.

Los médicos examinaron sus pulmones y descubrieron un neumotórax, una afección en la que el aire se filtra en el espacio entre el pulmón y la pared torácica, lo que provoca el colapso del pulmón.

El pulmón izquierdo de LeeRay colapsó cuatro veces más durante los dos meses siguientes.

Durante una tercera operación a LeeRay, los médicos le quitaron un trozo dañado de pulmón y le entregaron al adolescente una bolsa con su propio órgano ennegrecido, como recordatorio de cuánto trauma había sufrido su propio cuerpo. Fotografías muestran los trozos de pulmón cortados en un paquete de plástico sellado, de color marrón y arrugado.

Ahora LeeRay comparte su experiencia y quiere hacer todo lo posible para evitar que otras personas sufran un destino similar.

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