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El mundo tomó un rumbo diferente desde aquel 1 de diciembre del 2019, y es que nadie imaginaba la magnitud de aquel primer diagnóstico en la ciudad de Wuhan, China, sobre un paciente que tenía un extraño y letal virus que más tarde nombraron como Coronavirus o COVID-19. El hallazgo que pasó sin levantar mayor sospecha en un primer momento, semanas después se propagaría por el planeta y detonaría la emergencia sanitaria más temida del siglo.
A seis años de aquel paciente cero el mundo sigue padeciendo las secuelas de una pandemia que paralizó economías, transformó sistemas de salud, acabó con la vida de millones de personas y modificó para siempre la vida cotidiana de los sobrevivientes.
El primer caso conocido fue el de un hombre de unos 70 años que cayó enfermo el 1 de diciembre. Luego se descubrió que muchos de los casos estaban conectados a un mercado de animales vivos —el mercado mayorista de mariscos de Huanan— y los médicos comenzaron a sospechar que no se trataba de una neumonía normal.
¿Cómo comenzó a propagarse el COVID-19?
Aunque nadie lo sabía en ese momento, entre 2,300 y 4,000 personas probablemente ya estaban infectadas por aquel entonces, según un modelo desarrollado por la Northeastern University de Boston. Alrededor de las 16:00 horas del 30 de diciembre, la jefa del Departamento de Emergencias del Hospital Central de Wuhan recibió los resultados de una prueba realizada por el laboratorio de secuenciación Capital Bio Medicals en Beijing. Ahí se certificó que el Covid iba muy en serio.
Miembros de la comunidad médica, que hablaron bajo condición de anonimato, afirmaron que solo hasta finales de diciembre en los hospitales chinos se supo que se enfrentaban con una nueva enfermedad. Y solo hasta enero de 2020 se informó oficialmente del brote del virus en la ciudad de Wuhan.
¿Cuándo se declaró pandemia?
Fue hasta el 11 de marzo de 2020 que el mundo se despertó con una noticia: la Organización Mundial de la Salud (OMS) categorizaba, por primera vez, la emergencia sanitaria del coronavirus SARS-CoV-2 como una pandemia. La población, sin embargo, nunca imaginó la trascendencia que ello podía tener: a partir de ese día, y de forma casi inmediata, el planeta se frenó.
El virus había comenzado a propagarse rápidamente fuera de China, con brotes significativos en países como Italia, Irán, Corea del Sur y España. Más tarde llegó a América.
Siguiendo las indicaciones de la OMS, cada país aplicó las medidas correspondientes para reducir las tasas de contagios, que iban desde confinarse de manera indefinida en el hogar, hasta llevar una mascarilla que cubriese nariz y boca.
¿Cuándo comenzó a disminuir el impacto del COVID-19?
Un año después, 2021 fue el más letal. Además, la aparición de la variante Delta provocó un aumento acelerado de los contagios, ya que esa mutación facilitaba la propagación del virus más rápidamente. Sin embargo, con la ampliación de la vacunación, en 2022 las muertes comenzaron a descender.
La OMS finalmente declaró el fin de la emergencia sanitaria global por la pandemia de COVID-19 el 5 de mayo de 2023. Sin embargo, el organismo sanitario aclaró que el virus sigue circulando y representa un riesgo, pero ya no se considera una emergencia de salud pública de preocupación internacional.








