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La memoria del Papa Peregrino, Juan Pablo II, es festejada por los católicos del mundo cada 22 de octubre. Hoy, después de 20 años de su desaparición, se le recuerda como el papa con el tercer pontificado más largo: 26 años, 5 meses y 17 días, tiempo en el que, concuerdan los expertos, transformó la relación entre el Vaticano y América Latina, especialmente con México.
5 veces pisó suelo mexicano entre 1979 y 2002, más que ningún otro país latinoamericano. La primera visita ocurrió apenas tres meses después de su elección, cuando el 26 de enero de 1979 llegó a un país que aún prohibía constitucionalmente las manifestaciones públicas de culto religioso. México vivía entonces bajo las restricciones de las Leyes de Reforma y las tendencias liberales que dieron origen a la Guerra Cristera.
20 millones de personas salieron a las calles durante aquella primera visita, según estimaciones de la época. El gobierno de José López Portillo permitió la entrada del pontífice bajo la figura de "turista distinguido", una ficción jurídica que revelaba las contradicciones entre la ley anticlerical y la fe del pueblo mexicano. Aquella visita aceleró las reformas constitucionales de 1992 que restablecieron las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.
¿Por qué se le conoció como el Papa viajero?
104 países visitó Juan Pablo II durante su pontificado, un récord que lo convirtió en el Papa viajero por excelencia. Recorrió más de 1.2 millones de kilómetros, el equivalente a dar la vuelta al mundo treinta veces. Esta estrategia de cercanía con los fieles contrastaba con la tradición papal anterior, donde los pontífices raramente abandonaban Roma.
1 millón 500 mil jóvenes asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud de Denver (1993), uno de los eventos que consolidó a Juan Pablo II como figura carismática entre las nuevas generaciones.
60 años abusó sexualmente de menores el sacerdote Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, según documentaron investigaciones eclesiásticas. Juan Pablo II protegió a Maciel durante todo su pontificado, ignoró denuncias y permitió que el religioso construyera un imperio financiero y religioso con presencia en nueve países.
¿Cómo enfrentó el Vaticano los escándalos?
8 cartas enviaron las víctimas de Maciel al Vaticano entre 1978 y 2004, todas archivadas sin respuesta durante el pontificado de Juan Pablo II. El Papa polaco recibió personalmente a Maciel, le otorgó privilegios inéditos y defendió públicamente a los Legionarios de Cristo como "modelo de vida consagrada". Solo en 2006, bajo Benedicto XVI, el Vaticano sancionó a Maciel.
232 obispos y cardenales nombró Juan Pablo II durante su pontificado, una estrategia que reconfiguró la jerarquía eclesiástica.
2,220 días después de su muerte, el 2 de abril de 2005, Juan Pablo II fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011, en un proceso récord que rompió la tradición de esperar cinco años. La canonización llegó apenas nueve años después de su fallecimiento.








