Un grupo de científicos se metió literalmente hasta la cocina para descubrir que la en casa con ingredientes frescos es mucho más eficiente para bajar de peso que cuando se consumen alimentos empaquetados o ultraprocesados. En una relación de 2 a 1, incluso cuando se consumen las mismas cantidades de calorías.

Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Londres dividió a dos grupos de participantes durante dos semanas. exactamente la misma cantidad de comida y las mismas calorías cada día, pero había una diferencia crucial en la preparación.

El primer grupo comía únicamente alimentos preparados en casa: avena cocida con ingredientes frescos, hecho desde cero, verduras frescas, frutas enteras y legumbres preparadas como aprendieron de sus madres, padres y abuelos. El segundo grupo consumía los mismos tipos de alimentos, pero en sus versiones industrializadas: barras de avena empaquetadas, lasaña congelada, ensaladas empacadas y comidas listas para calentar.

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Los resultados, publicados hace uno días en la revista Nature Medicine, fueron contundentes: las personas que siguieron la dieta de comida casera perdieron 2.06% de su peso corporal, mientras que quienes consumieron alimentos empaquetados perdieron apenas 1.05%. En términos prácticos, esto significa que la comida casera fue casi dos veces más efectiva para la pérdida de peso.

Pero hay algo aún más revelador: sin que se les pidiera, el grupo de comida casera consumió naturalmente 290 calorías menos por día, mientras que el grupo de alimentos empaquetados solo redujo su consumo en 120 calorías diarias.

La clave de esta diferencia, explican los investigadores universitarios, está en cómo nuestro cuerpo procesa y responde a diferentes tipos de alimentos. Los alimentos caseros mantienen su estructura natural, lo que requiere de más energía para ser digeridos y procesados. Este proceso, conocido como termogénesis, hace que nuestro cuerpo queme más calorías simplemente procesando la comida.

Además, los alimentos preparados en casa tienden a generar mayor sensación de saciedad con menos calorías. Esto significa que te sientes satisfecho más rápido y por más tiempo, lo que naturalmente te lleva a comer menos durante el día.

LOS PROCESOS INDUSTRIALES

Los alimentos ultraprocesados pasan por varias transformaciones industriales que alteran su composición original. Durante este proceso, se añaden conservadores, saborizantes, colorantes y otros aditivos que pueden interferir con las señales naturales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo.

Estos productos están específicamente diseñados para crear la necesidad de comer más de lo que realmente necesitas.

Ante esta evidencia, este estudio sugiere que la calidad de los alimentos que consumimos cotidianamente puede ser tan importante como la cantidad que comemos para el control del peso. No se trata necesariamente de comer menos, sino de elegir alimentos que permitan a nuestro cuerpo funcionar de manera más eficiente.

La investigación indica que hacer pequeños cambios hacia una alimentación casera puede tener efectos significativos en el peso corporal.

Los resultados de este trabajo desafían la idea tradicional de que bajar de peso es simplemente una cuestión de "comer menos calorías de las que se queman". Aunque esto sigue siendo cierto, el estudio muestra que el origen y procesamiento de esas calorías influye considerablemente en qué tan efectiva será dicha pérdida de peso.

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