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BRASIL. — Tremendo susto se llevó un comunicador brasileño mientras se encontraba realizando su trabajo, al toparse con una inesperada sorpresa mientras cubría la desaparición de una menor en el caudal del río Mearim, ubicado en la ciudad de Bacabal. El hombre fue testigo vivencial del hallazgo del cadáver de la joven que había sido tragada por el agua tras las fuertes lluvias.
El reportero, Lenildo Frazão, y su equipo recorrían el área donde la menor fue vista por última vez, el objetivo era documentar las condiciones del río y apoyar, desde el periodismo, la búsqueda que mantenía en vilo a la comunidad, sin embargo, en plena grabación, un estremecedor momento cambió todo.
El comunicador estaba con el agua literalmente hasta el cuello mientras realizaba la cobertura hasta que de pronto sintió algo en sus pies. Tras el contacto se alejó asustado de esa zona y le dijo a alguien que estaba fuera de cuadro que había encontrado “algo en el fondo del agua” de consistencia “blanda”.
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“Creo que hay algo aquí abajo. Parecía un brazo. ¿Podría ser ella?", dijo el periodista en voz alta, visiblemente afectado.
El instante quedó registrado en video y, como era de esperarse, se viralizó en redes sociales luego de que las imágenes mostraron a Frazão retrocediendo con una mezcla de miedo y shock tras sentir que había pisado algo anormal bajo el agua lo que le produjo una escalofriante reacción.
“No, no voy. Tengo miedo”, alcanzó a decir, mientras intentaba recomponerse.
Medios locales, como O Liberal, Cerqueiras Noticias, Metropoles y Correio Braziliense confirmaron que a las pocas horas el cuerpo de Raíssa fue hallado y recuperado cerca de donde se había tropezado Frazão.
Raíssa llevaba cerca de 24 horas desaparecida en el poblado perteneciente a Maranhão. Había ido a jugar con amigos al río. El video data del 30 de junio. Ese día, después del tropezón del periodista, los bomberos esclarecieron el caso.
Horas más tarde la Policía Civil y el Instituto Médico Forense concluyeron que la causa de muerte fue ahogamiento accidental, sin señales de violencia.
La tragedia causó una profunda conmoción en la comunidad. La escuela de la niña declaró tres días de luto y se organizó una vigilia en su memoria con la participación de familiares, amigos y vecinos.
