Un estudio reciente encontró que los pensaron más rápido y mejor después de jugar basquetbol al aire libre que cuando hicieron la misma actividad dentro de un gimnasio.

La investigación fue realizada por un grupo de científicos de una universidad en ely publicado en la revista científica “Physiology & Behavior”. Para ella, entrevistaron a 45 niños. Cada uno de ellos participó en dos sesiones de actividad física: una se llevó a cabo al aire libre y la otra en un espacio cerrado.

Ambas sesiones consistieron en jugar basquetbol, diseñadas para ser lo más parecidas posible, sólo en diferente lugar.

Antes de cada sesión, inmediatamente después y 45 minutos más tarde, los niños completaron pruebas en computadora. Estas pruebas medían qué tan rápido podían pensar, recordar información y prestar atención.

Los resultados mostraron que, en general, los niños tuvieron un mejor desempeño en las pruebas después de la sesión al aire libre. Por ejemplo, respondieron más rápido en algunas pruebas de pensamiento y memoria después de jugar afuera que después de jugar adentro. Esta mejora se notó incluso 45 minutos después de terminar la actividad.

Los investigadores observaron que, aunque los niños corrieron menos distancia en la cancha exterior, sus corazones latieron a un ritmo más alto que cuando jugaron adentro. Los científicos sugieren que la combinación de ejercicio y estar en la naturaleza podría ayudar al cerebro a recuperarse y funcionar de manera más eficiente.

Por lo tanto, este trabajo sugiere que el entorno donde los niños realizan actividad física puede influir en su capacidad de pensar, favoreciendo los procesos cognitivos.

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