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India.- Una niña de siete años fue trasladada de urgencia a un hospital en el estado de Uttar Pradesh, tras sufrir un accidente mientras jugaba, en el que un clavo se le incrustó en la cabeza. Aunque sus familiares sabían desde el inicio que la situación era grave, desconocían la magnitud del daño.
Al empeorar su estado, fue llevada a un centro especializado en traumatología para recibir atención inmediata.
Tras evaluarla, el equipo médico le realizó resonancias magnéticas y tomografías computarizadas, las cuales revelaron que la punta del clavo le había penetrado el cuello y la mandíbula antes de llegar al cerebro.
TODO UN DESAFÍO
Ante la gravedad del caso, la menor tuvo que someterse a una compleja cirugía que se extendió por casi diez horas. Los médicos calificaron la intervención como un auténtico “milagro”.
La pequeña se sometió a una compleja operación que puso a prueba al personal médico del hospital. Durante el procedimiento, los cirujanos emplearon técnicas microquirúrgicas avanzadas, lo que les permitió extraer el clavo sin dañar vasos sanguíneos críticos ni estructuras vitales.
La pieza de hierro incrustada en el cerebro de la niña medía 8 cm. En ese sentido, Sandip Tiwari, doctor a cargo de la operación, señaló que “el clavo no había tocado un vaso sanguíneo importante por un margen muy pequeño, lo cual fue sorprendente”.
Según el equipo médico del centro de traumatología, después de la operación, la niña fue ingresada a cuidados intensivos, donde permanece bajo estricta observación médica para asegurar su recuperación.
Debido al riesgo de inflamación e infecciones, la niña está conectada a un respirador artificial.