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ITALIA.- Fue destituida de su congregación por ser “demasiado bonita”. Ahora, Aline Pereira Ghammachi, una exmonja brasileña, exige al Vaticano justicia y que se repare el daño que, según ella, ha sufrido por discriminación basada en su apariencia física.
Relata que sus superiores constantemente cuestionaban su popularidad en medios y su atractivo físico. “Me dijeron que no encajaba con la imagen de una monja. Que era demasiado atractiva para representar a la Iglesia”, asegura.
¿Fue discriminada por su apariencia dentro de la Iglesia?
La religiosa afirma haber sido víctima de prejuicios dentro de la Iglesia Católica, y está decidida a llevar su caso ante las más altas autoridades del Vaticano. Aunque admite sentirse herida, dice estar fortalecida para seguir su vocación religiosa.

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🟣 PIDE JUSTICIA
Nacida en Macapá, Brasil, Aline creció en una familia católica, rodeada de amigos y con una vida social activa. Su vocación llegó a los 15 años, pero la reafirmó tras graduarse en Economía y Comercio.
Colaboró en el periódico más importante de su ciudad y participó en programas de radio y televisión, donde difundía la Palabra del día.

En 2018, sorprendió al mundo eclesiástico al convertirse en la regente más joven de un convento italiano: el monasterio cisterciense de clausura de los Santos Gervasio y Protasio, en San Giacomo di Veglia. Su carisma, su presencia mediática y su belleza —ojos azules intensos, sonrisa amplia— la volvieron una figura atípica dentro del mundo monástico.
Finalmente, fue destituida, y Aline considera que todo fue parte de una campaña de calumnias en su contra.