La presencia de polen en el ambiente se prolonga y su inicio es menos predecible, un fenómeno que estudios recientes asocian con el cambio climático, una situación que afecta a millones de personas , el dolor de cabeza y el cuerpo cortado.

Investigaciones indican que el aumento de las temperaturas globales puede alargar las temporadas de polen en diversas partes del mundo. Un análisis de estudios publicados entre 2000 y 2023, que sobre el impacto del calentamiento global en el polen, encontró que 16 de ellos observaron una relación entre el incremento térmico y la mayor duración de estas temporadas.

Proyecciones del estudio, publicado hace unos días en la revista centenaria “The Laryngoscope”, aumento de hasta 40% en la producción total de polen para finales de siglo. Se anticipa también un inicio más temprano de la temporada de alergias, con cambios que podrían añadir hasta 19 días de polen en ciertas regiones por el aumento en el termómetro global.

Lee también:

La rinitis alérgica, una reacción que incluye picor en los ojos, congestión nasal y estornudos, afecta a una considerable parte de la población adulta. Las personas con esta condición reportan fatiga, alteraciones del sueño y dificultades de concentración.

A decir de los investigadores, las condiciones climáticas pueden facilitar la dispersión de nuevos tipos de polen a zonas donde antes no existían, lo que toma por sorpresa a los organismos de los habitantes de esas regiones y los expone a reacciones alérgicas inesperadas.

“Se ha observado un incremento en el uso de servicios de salud por problemas alérgicos en áreas con recursos limitados. Las clínicas en estas zonas reportan más casos de congestión y otros **síntomas atribuidos a las alergias”, describe Alisha Pershad, líder de la investigación desde el departamento de Otorrinolaringología de la Escuela de Medicina de la Universidad George Washington.

“Los residentes de menores ingresos resultan especialmente afectados por la mayor frecuencia de casos de rinitis alérgica, situación que subraya la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos y de realizar campañas de concienciación”.

A nivel mundial, 40% de la población padece rinitis; en México la cifra alcanza a 35%, según datos del doctor Javier Gómez Vera, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Pero el caso de la Ciudad de México resalta, ya que alcanza a 42.6% de la población, la mayoría son hombres.

Polen y cambio climático: una amenaza silenciosa para la salud en la Ciudad de México

El aumento de las temperaturas globales no solo afecta al clima general, también tiene consecuencias directas en la salud respiratoria de millones de personas. En la Ciudad de México, donde el 42.6% de la población padece rinitis alérgica, las temporadas de polinización son cada vez más largas, intensas e impredecibles. Esta situación está directamente relacionada con el cambio climático, que adelanta el inicio y prolonga la presencia del polen en el ambiente.

Además del malestar físico que provoca —como congestión nasal, estornudos, dolor de cabeza y fatiga—, la creciente exposición al polen incrementa la demanda en los servicios de salud, sobre todo en zonas con menos recursos, donde los habitantes tienen menos acceso a tratamientos especializados.

Expertos advierten que, si no se toman medidas de adaptación climática y concienciación pública, los efectos podrían empeorar en las próximas décadas, afectando no solo la calidad del aire, sino también la calidad de vida de quienes sufren estas afecciones respiratorias.

Google News