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Según el último parte médico emitido por el Vaticano este 4 de marzo, el estado clínico del papa Francisco se mantiene “estable dentro de la gravedad”, sin registrar episodios de insuficiencia respiratoria aguda ni broncoespasmos durante este martes.
Los médicos destacan que el pontífice “sigue consciente, colaborativo con el tratamiento y orientado”, y sin fiebre, un factor positivo para su recuperación.
Como parte de la evolución programada de su terapia, esta mañana se implementó oxigenoterapia de alto flujo, un método que administra concentraciones precisas de oxígeno humidificado a través de cánulas nasales, lo que busca mejorar la función pulmonar.
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Complementando esto, se realizaron sesiones de fisioterapia respiratoria, técnica clave para fortalecer la musculatura torácica y prevenir otras complicaciones, como la acumulación de secreciones.
Según lo previsto, esta noche se reinstaurará la ventilación mecánica no invasiva, un sistema que emplea una mascarilla facial ajustada para administrar presión positiva sin necesidad de intubación. Este enfoque, común en casos de insuficiencia respiratoria moderada, reduce riesgos asociados a la ventilación tradicional, como infecciones o daño en la tráquea.
El pronóstico sigue siendo “reservado”, término médico que subraya la necesidad de vigilancia continua ante posibles fluctuaciones.
La evolución en las próximas 48 horas será determinante para el futuro de la salud del sumo pontífice. La combinación de la ventilación mecánica, la oxigenoterapia avanzada y la fisioterapia refleja un protocolo integral diseñado para maximizar la recuperación funcional y suave para el religioso argentino.
