PREGUNTA

Un amigo de la prepa me deja propina doble cada que me va a ver al restaurante donde trabajo. Platicamos de todo y a la vez de nada. Cuando me toca cerrar, le doy algunas cortesías, me espera que acabe de limpiar y me ha llegado a confesar que es infeliz con su mujer, que lo dejaría todo para irse y vivir en otra ciudad, en otro mundo, y yo en silencio siento su deseo. Tengo marido y tres niños, ¿cómo juego este fuego sin quemar la casa?

RESPUESTA

Valora lo que tienes antes de dar un paso en falso. Buscar refugio en otros brazos a veces sale caro y otras veces, no pasa de ser una aventurilla; lo importante es reconocer si el deseo es tuyo o si la necesidad es de él. No te confundas por un deseo de otro, aun cuando sentirte deseada es muy rico.

PREGUNTA

Mi esposa es cuatro años mayor que yo y desde hace meses me di cuenta de que simplemente ya no me atrae. La quiero como madre de mis hijos, como complemento de matrimonio, pero no como compañera de cama. Vaya, no me prende, punto. ¿Es traición buscar a otra mujer solo para sentirme vivo otra vez? Yo necesito una vida íntima activa como cualquier hombre y no quiero renunciar a ello a mis 47 años, ¿acaso estoy mal por ello?

RESPUESTA

La traición no está en el deseo, sino en la mentira. Si quieres salvar tu matrimonio, revive la pasión con ella o haz un acuerdo donde ella pueda buscar a otro hombre para seguir con una vida íntima activa. Sé honesto.

PREGUNTA

Me enamoré de un chavo que trae coche y trabaja de día en el sur de la ciudad, sólo lo veo de noche, cuando me lleva a cenar tacos de suadero o pozole en las madrugadas, mi abuela dice que solo me quiere para la cama, que eso de que de día no me ve es que me esconde, que si alguien de verdad te quiere, te da tiempo y conoce a la familia. ¿Cómo sé si tienen razón?

RESPUESTA

Si solo aparece de noche y nunca pregunta por tus tareas ni por tu abuela, sospecha. Un amor real también desayuna contigo y se aguanta a tu familia. Las visitas de noches, los encuentros en el carro y los tacos de madrugada son ricos, pero no alimentan el corazón ni son un futuro, ni son un presente.

PREGUNTA

Caché que mi esposo se pasa las noches viendo películas subidas de tono, con los audífonos puestos pensando que yo ya me dormí, porque desde hace tiempo me meto un chocho y me quedo profunda desde las ocho y media de la noche. Es decir, duermo sola, aunque la cama esté compartida. No sé cómo dar marcha atrás. Odio presenciar esa escena: él tocándose solo en mi espacio y en mi cama, en lugar de hacerlo conmigo ¿Lo enfrento o me hago la loca?

RESPUESTA

Si te apagas cuando comienza la noche, ¿qué le queda a él como compañía? Te recomiendo que dejes de tomarte el chocho y te replantees qué quieres en tu vida íntima y matrimonial, quizás el chocho te ayuda a huir de algo o de alguien. Estar presente en tu matrimonio es importante, evadir es fácil, pero tiene un alto precio. Contigo, él tampoco duerme acompañado.

Google News