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PREGUNTA
Hola. Cuando mi pareja está súper excitado en pleno ‘delicioso’, sé que está a punto de llegar al orgasmo porque empieza a lamerme las axilas…¡sí, las axilas! Dice que le encanta mi olor y que eso lo enciende más que nada. ¿Por qué le prende tanto eso? ¿Es normal o de plano raro? Andrea V.
RESPUESTA
Más común de lo que imaginas. Lo que describes se llama axilismo o fetiche por las axilas, y está relacionado con el olfato erótico: el olor corporal natural, sobre todo el de zonas con feromonas (como las axilas), puede detonar deseo, placer y excitación profunda. A algunas personas el olor y la humedad de esa zona les resulta altamente estimulante porque el cerebro lo asocia con contacto íntimo y autenticidad. Mientras ambos estén cómodos, limpios y disfruten, no hay nada de malo en ello
EL DATO
Según el Instituto Mexicano de Sexología (Imesex, 2022), 1 de cada 10 personas en México reconoce tener algún tipo de fetiche vinculado con el olor corporal o partes “no tradicionales” del cuerpo, como pies, axilas o cuello. Así que no, Andrea: tu chico no es raro, solo huele el deseo a su manera.
PREGUNTA
Hola. Mi pareja y yo tenemos buena química, aunque aún me da pena contarle mis fantasías más locas, como que me encanta hacerlo en la azotea de mi casa o que me amarre. ¿Cómo se le dice a alguien lo que te prende sin que te juzgue? Sofía L.
RESPUESTA
Eso que sientes es más común de lo que crees. Hablar de fantasías sexuales no es fácil, porque implica mostrarse vulnerable y confiar. Pero justo ahí está el encanto: las fantasías no son confesiones de delito, son mapas del deseo. La clave está en contarlas con curiosidad, no con culpa. Puedes empezar con algo ligero, tipo: “¿Sabes qué sueño tuve el otro día?”o“¿Te gustaría probar algo diferente?”.
El humor o el juego bajan la tensión y abren el diálogo sin miedo. Recuerda que una fantasía no obliga a cumplirla, solo revela lo que te enciende. Si tu pareja te escucha con apertura, es buena señal; si se asusta, dense tiempo. El deseo se vuelve más fuerte cuando se comparte sin juicios ni etiquetas.
PREGUNTA
Hola. Ojalá me saquen de esta duda. No soy muy buena en el sexo oral y pues el otro día, con mi chavo, me dio por lamer sus ‘bolas’; sentí que le gustó y luego las apreté, según yo un poco, pero en eso él me quitó y me dijo que lo había lastimado... ¿Cómo saber cuándo uno se pasa de la raya? ¿Hay alguna técnica para hacerlo bien? Magaly A.
RESPUESTA
Vas muy bien, lo tuyo no fue error, fue entusiasmo sin calibrar la fuerza. Los testículos (o ‘bolas’, como dices tú) son extremadamente sensibles, no solo por el número de terminaciones nerviosas, sino porque están diseñados para proteger el esperma, no para resistir presión. La clave está en el ritmo, la suavidad y el momento que vives con tu pareja. Puedes acariciarlos con la lengua, chuparlos suavemente o sostenerlos con la mano sin presionar. Usa lubricante o saliva para que el roce sea más placentero, y sobre todo, mantén comunicación con tu pareja: si suspira, bien; si se tensa, detente. El cuerpo siempre avisa.
DATO
El 78% de los hombres considera la estimulación de los testículos como una de las caricias más placenteras del sexo oral, siempre que sea con suavidad y coordinación, según el Instituto Mexicano de Sexología (Imesex).





