Más Información
PREGUNTA:
Soy una viuda joven y sin hijos; hago tamales para vender, todas las noches le rezo a la virgen para que me traiga a mi Fernando en otro cuerpo y me vuelva a enamorar, pero me lo trajo en cuerpo de mujer; Fernanda se hizo mi amiga hace dos meses, ella me quiere enseñar como besa; me siento cómoda con ella, pero la idea de ser lesbiana me asusta… creo que esas son cosas prohibidas, que no le gustan a Dios. A ella le da rabia cuando le digo eso, dice que me voy a morir sin probar lo que es amar. ¿Será que tiene razón?
RESPUESTA:
Quítate los prejuicios y atrévete a buscar cariño. No hay reglas para el deseo; el único infierno es morir arrepentida; si hay ganas, atracción, curiosidad y deseo no hay castigo, es quizás la oportunidad de volver a vivir un romance lindo; si de verdad no tienes, no lo hagas. Está en ti la elección de lo que viene en tu vida.
PREGUNTA:
La vecina me toca más de la cuenta y mi corazón se me hace chicharrón porque ella es mucho mayor, se ve que necesita cariño y que me trae unas ganas locas, sé que si le doy ese beso que me pide sin palabras, no me la voy a poder quitar de encima nunca. Estoy seguro de que ilusionarla va a ser un dolor de cabeza y que, en lugar de un juego, lo nuestro se convertirá en pesadilla, ¿verdad que no debo de iniciar algo que no deseo?
RESPUESTA:
Desaparece una semana, vuélvete inalcanzable; intrígala con otra relación. Háblale de otra mujer, con café y confidencias hazle saber que eres de otra que ha robado tu corazón; es mejor que no inicies una relación con alguien por quien no sientes la misma atracción. Mejor logra una amistad, eso si te va a dar un resultar positivo pues todos necesitamos amigos.
PREGUNTA:
Julián, tiene 27 años, trabaja en un taller mecánico. Es tan guapo que me puedo pasar la tarde viéndolo desde mi ventana o imaginando que lo hacemos entre los fierros y la mugre de su taller. ¿Sabes? Me gustaría que dentro de su auto viejo me haga suya, me encantaría fumarme un churrito con él en el taller y comérmelo a besos. ¿Cómo le hago para enamorarlo si cada semana trae una chava nueva y a mí, ni siquiera me mira?
RESPUESTA:
Piensa bien si lo que quieres es un novio mujeriego que cada semana enamora a otra mujer y mientras tanto entabla con él una relación distinta a las que tiene con las otras. Observa sus gustos, sus costumbres, no caigas rápido; más bien mantén ese fuego en ti, busca otros espacios donde arder. Quizás esa no es una fantasía que merece hacerse real. Ve lento. Antes de perseguir a alguien que colecciona conquistas, pregúntate si quieres ser un trofeo o la autora de tu historia. Y si decides jugar, que sea con tus reglas: seduce con misterio, exige respeto y no cambies tu paz por un rato de calor.
PREGUNTA:
Toda la vida me he burlado de los homosexuales, pero la verdad me gusta estar cerca de ellos, sobre todo en los gimnasios, por eso voy al gym de la Condesa, ahí trabajo mi cuerpo con un grupo de gays que de verdad quiero y sin ser uno de ellos, me siento muy cómodo con ellos, pero a veces me siento observado, a veces ya no puedo ser yo. ¿Cómo cargo con esta vergüenza sin que me pudra por dentro?
RESPUESTA:
No cargues nada, Salomón. Mejor suelta. Empieza por dejar de burlarte de los homosexuales, porque eso no te hace más hombre: te hace ver como un idiota, grosero e ignorante. Si te sientes bien entre ellos, quédate. Aprende algo de su libertad. Tal vez lo que te incomoda no es su mirada, sino la tuya. La vergüenza nace cuando hay deseo reprimido o miedo a ser confundido, pero lo que se reprime, se pudre. Nadie te está pidiendo que te definas, sólo que no te disfraces. El respeto empieza por uno mismo, y eso incluye aceptar tus contradicciones.





