PREGUNTA

Mi novio y yo nos amamos, y cuando nos vamos a la cama estoy muy excitada. Pero cada vez que intenta penetrarme, ¡siento como si una pared me detuviera! Me pongo tensa, me duele y el intento termina en frustración. No es falta de ganas, es como si mi vagina se cerrara. Ayuda. Brenda L.

RESPUESTA

Lo que te pasa tiene nombre: vaginismo. Lo que sucede es que, de forma involuntaria, los músculos de tu suelo pélvico se contraen. Es como un espasmo de defensa que impide o dificulta la penetración. El vaginismo no tiene nada que ver con la excitación o el deseo; puedes tener muchas ganas, pero tu cuerpo dice: ¡Alto! Por lo general, la causa es el miedo: miedo al dolor, miedo al embarazo o a veces es consecuencia de traumas pasados. Lo ideal es que consultes a un terapeuta para analizar qué lo provoca; mientras tanto, un sexólogo podría enseñarte técnicas de relajación, reeducación muscular y el uso progresivo de dilatadores.

PREGUNTA

Llevo meses que, de plano, cuando mi esposo me penetra, me duele. A veces es al principio, a veces es profundo, pero siempre termina siendo incómodo o hasta tengo que parar. Ya me da miedo tener intimidad. ¿Es normal que duela? Claudia M

RESPUESTA

No es normal que el sexo duela. El dolor al tener relaciones se llama dispareunia y es una señal de que algo físico o emocional necesita atención. No te aguantes ni evites la intimidad por miedo; eso solo empeora las cosas con tu pareja. Lo más importante es que vayas al ginecólogo o a un sexólogo. Las causas más comunes pueden ser sequedad vaginal (tal vez por cambios hormonales), infecciones, problemas en el suelo pélvico o hasta algo como la endometriosis. Si el dolor es profundo, puede ser un tema de posición o una condición en tu útero o ligamentos. Mientras te dan un diagnóstico, pueden usar más lubricante y probar posiciones donde tú controles la profundidad (como “la amazona”), y habla con tu esposo. Él debe ser tu aliado, dile exactamente dónde y cómo duele

Google News