Más Información
PREGUNTA
Hola. Debo confesar que me prende durísimo que mi novio me diga cosas sucias cuando estamos en pleno delicioso... Aunque lo intenta, a la mera hora le da pena o nomás se ríe con pena o hasta creo que le baja la pasión. Le he dicho que eso me gusta, pero me responde que se siente raro o que no me quiere “violentar”. ¿Cómo puedo hacer que se anime a hablarme más cachondo sin que lo sienta vulgar o forzado?
Luisa G. 0
RESPUESTA
Lo que te pasa es más común de lo que imaginas. No todas las personas tienen la misma facilidad para expresarse de manera erótica con palabras: a algunos se les da natural y a otros les da pena o sienten que van a “romper el encanto”. Tu novio quizá asocia el lenguaje subido de tono con algo agresivo o vulgar, y por eso se frena, aunque tenga ganas. Lo importante es quitarle el peso y verlo como un juego: pueden empezar con frases suaves o más sugerentes que explícitas, sin llegar de golpe al lenguaje sucio más intenso. Un buen truco es hacerlo parte de la excitación, no de la presión: dile qué palabras te encienden y pídele que las diga en tono de broma o en un mensaje previo, para que se acostumbre. Si lo siente como algo íntimo y compartido, no como una exigencia, se irá soltando poco a poco. En la intimidad, la complicidad siempre calienta más que cualquier palabra. Pero recuerda, el deseo se construye en pareja, no se impone.
PREGUNTA
Desde hace tiempo, no me saco de la cabeza la idea de ver a mi pareja con otra persona. Me mata la curiosidad de imaginar a mi pareja con otra persona, como en un trío, en un bar swinger o algo así, pero aunque suene contradictorio, al mismo tiempo, solo de pensarlo me dan celos. Es una fantasía que me calienta mucho, pero también me confunde. ¿Es normal tener estos pensamientos y no querer hacerlo en la vida real? Raúl
RESPUESTA
Es totalmente normal tener ese tipo de fantasías. El cerebro suele imaginar situaciones prohibidas o excitantes sin que eso signifique que quieras vivirlas. En realidad, las fantasías funcionan como una especie de “película mental” que nos permite explorar deseos y límites sin romperlos. No hay nada malo en sentir curiosidad por ver a tu pareja con alguien más, aunque en la práctica no lo tolerarías. La clave está en reconocer que una cosa es la imaginación y otra, la acción. Si te causa placer pensarlo, disfrútalo sin culpa. Pero si la idea te genera ansiedad o confusión, déjala en el terreno de la fantasía. Puedes incluso compartirlo con tu pareja como un juego verbal o un escenario imaginario si hay confianza. En la sexualidad no hay “normal” o “anormal”: lo importante es que todo sea consensuado y te haga sentir bien.
PREGUNTA
Hola, tengo 32 años y me da mucha pena admitir que nunca he tenido un orgasmo con mi pareja. Él dice que “seguro sí, pero no me doy cuenta”, pero yo siento que no, que simplemente no ha pasado. Ya he intentado relajarme y disfrutar más, pero nada. ¿De verdad se puede tener un orgasmo sin notarlo o de plano estoy haciendo algo mal? Mariana P.
RESPUESTA
Mariana, sí puede pasar, pero es muy poco común. A veces, el cuerpo tiene respuestas físicas que se confunden con placer, pero el verdadero orgasmo se siente. ¡¡¡No hay forma de que no lo reconozcas!!! Cuando sucede hay una liberación, contracciones y una sensación de alivio o euforia. Lo más probable es que no lo hayas tenido todavía, y eso no tiene nada de raro. No temas, explora tu cuerpo sola, tócate a tu ritmo, sin presión y aprende qué te gusta. Si puedes incluso compra algún juguete, sin pena, procura darte placer. Después, comunícalo a tu pareja. El conocimiento del propio cuerpo es clave.