Más Información
PREGUNTA
Soy electricista y poeta. Toda la vida he sabido cómo conectar, cómo hacer que las cosas prendan. Con mi mujer fue igual: yo la impulsé, la animé a estudiar, a crecer, a hacer una carrera. Siempre la vi brillante. Ahora que gana más que yo y está “empoderada”, dice que ya no quiere estar con un hombre que no la mantiene. ¿Entonces de qué sirvió todo lo que hice? ¿Me va a cortar la luz nada más porque ya tiene lana propia?
RESPUESTA
A veces uno pone el cable, arma el circuito, prende el foco… y se le olvida que el foco va a brillar con luz propia. No dejes que nadie te desenchufe. El verdadero empoderamiento incluye gratitud. Tú eres la corriente, ilumina tu camino y el de quien va contigo. No te quedes corto, tu energía va a ser siempre bienvenida.
PREGUNTA
Yo sé que “divorcio” es una palabra que no se pronuncia delante de Dios. No quiero separarme, pero mi esposo ya no es el hombre que conocí. Se echó a perder. Se volvió viejo antes de tiempo, y ahora todo es queja, achaque, peso muerto; se ha vuelto morboso y sucio con los programas que pone. Y cuando no vele la tele esta… recargado sobre mi alma, pidiéndome que me desnude para él y yo me siento sucia. Horrible. Y rezo y lloro, le pido a Dios que se lo lleve en paz, porque no está bien… y lo sé. Todo lo que hago es inútil, quiere verme siempre medio desnuda frente a él. Así le gusta. No puedo ni dejarlo ni seguir así. ¿Es este un castigo del Señor? ¿Dónde está que no me escucha? ¿Qué clase de esposa soy?
RESPUESTA
Dios no quiere que te destruyas en nombre de una promesa, quiere que vivas con amor y dignidad, como Él te creó. No es pecado pedir ayuda, no es pecado “no poder más”. Honrar el matrimonio no significa desaparecer tú. Quizás la mayor prueba de tu fe ahora sea cuidarte, soltar la culpa y desnudarte a tus anchas para ti. Hay caminos que no rompen la fe, la fortalecen.
PREGUNTA
Verás que es así… yo nací cerquita del mar y ando ahorrando desde hace rato pa’ llevar a mi novia a conocer mi pueblo, a nadar en el mar con ella. Mi idea era pedirle ahí que nos casemos, porque ese lugar pa’ mí es puro corazón. Pero verás que es así: ella quiere llevar también a sus hijos. Y no es que no los quiera, yo los quiero y juego con ellos y todo, pero lo nuestro también importa. Es diferente ir dos, que cinco. Yo quiero tener un momento de nosotros, mostrarle quién soy y de dónde vengo. ¿Estoy mal por querer ese momento nomás pa’ nosotros?
RESPUESTA
El amor de pareja necesita su espacio, su intimidad, su mar propio. Querer un momento solo para ustedes, es cuidar lo que están construyendo. Este viaje es un regalo para ustedes. Dale mucho amor y mucho sexo para que no extrañe.
PREGUNTA
Yo no soy malo, pero sí me caliento rápido. En esta casa si no gritas, nadie hace caso. No es que me guste. Pero entiéndanme, uno se harta. Mi mujer salió con que me quiere conocer un loquero, dizque terapeuta, porque dice que la asusto, ja, ja. ¿Y entonces qué, dejo que todo se haga bolas? ¿Ahora resulta que no puede uno ni levantar la voz cuando manda?
RESPUESTA
Gritar no te hace más hombre, ni da más razón. Solo deja heridas que con los años se vuelven muros. Estás atrapado lastimando a quienes amas. Ir a terapia no es de locos, es de valientes. Si sabes que lastimas, ya diste el primer paso. Ve a terapia, no seas cobarde.
RESPUESTA
Mi hermana y yo peleamos muy fuerte y es que tenemos la pasión en la lengua y nos hemos llegado a dar jalones de pelo y mordidas; y es que se pasa de lista y yo me pongo muy rabiosa y, hace unas semanas, mi novio nos vio en plena gritadera y se molestó conmigo, y me dijo: ‘así como tratas a tu hermana, así me vas a tratar a mí cuando agarres confiancita’; y por esa razón cortó conmigo, y no ha vuelto a contestar mis llamadas, y yo pienso que una cosa no tiene que ver con la otra, y ahora no sé qué puedo hacer para recuperarlo.
RESPUESTA
Nuestras acciones que hablan de nosotros. Tu novio no solo vio una pelea, vio un patrón. Y aunque tengas razón con tu hermana, lo que él vio fue que cuando te enojas, truenas; vio en vivo un adelanto del capítulo que no quiere protagonizar en un futuro contigo. Revisa tus formas. Baja la guarda. Y con tu hermana… no siempre hay que ganar, a veces basta con no perderse. Si hay respeto, hay lugar para crear puentes.