El médium y vidente Christian Valerio, conocido como El Niño de la Luz, compartió una experiencia que cambió por completo su visión de la vida y la muerte. Durante una intervención quirúrgica, asegura haber vivido un desprendimiento del cuerpo físico y haber cruzado momentáneamente hacia “el otro lado”. Su testimonio, lejos de buscar escándalo, plantea una mirada distinta sobre el tránsito final: la muerte como proceso, no como final.
Valerio cuenta que, mientras se encontraba en una plancha de quirófano, se vio desde arriba observando cómo los médicos trabajaban en su cuerpo. “Escuché todo. Vi cómo entraban los doctores, cómo maniobraban. Sentí una paz inmensa, una tranquilidad que aquí no se conoce”, relató. Dice haber visto a sus abuelos fallecidos, quienes le hicieron señas para que regresara. “Entendí que aún no era mi momento”, añadió.
Desde su experiencia como médium, Christian afirma que el ser humano posee dos cuerpos: el físico y el espiritual. “El físico se queda aquí; el espiritual trasciende y evoluciona”, explicó. Para él, la muerte es solo una transición a otra frecuencia de existencia. “Durante los primeros tres días después del fallecimiento —las tradicionales 72 horas— el alma permanece cerca, observando, entendiendo lo que ocurre. Por eso los velorios y los novenarios no son costumbre: son parte del proceso de desprendimiento.”
¿Qué reveló Christian Valerio sobre la vida, la muerte y el más allá?
En entrevista, el médium abordó la contradicción religiosa en torno al contacto con los muertos: “Nos dicen que hablar con los difuntos es pecado, pero nos invitan a rezar a los santos. Un santo también fue un muerto. Lo que hay, entonces, es un puente entre planos.”
Su relato se apoya en casos espirituales que asegura haber presenciado: apariciones de familiares, espíritus atrapados por muertes violentas y fenómenos repetitivos en lugares de tragedia. A esos seres los llama descarnados, almas que no han comprendido que deben partir.
Sobre el miedo a la muerte, Valerio es tajante: “No nos preparan para morir. Nos enseñan a vivir, pero no a despedirnos. Deberíamos cerrar ciclos, perdonar y hablar de la muerte sin miedo. No es cuestión de suerte, sino de tiempo.”
Actualmente enfrenta un tratamiento contra el cáncer, pero asegura que su fe y el afecto del público fortalecen su recuperación. “Verme muerto en vida me hizo valorar lo esencial. Hoy mi misión es ayudar a los enfermos y a quienes han perdido la esperanza.”
Finalmente, Christian Valerio reflexionó: “Morir no es el fin, sino el comienzo de otro camino. Hay que vivir sin miedo, con amor y paz interior. Porque cuando el cuerpo calla, el alma sigue hablando. ”El episodio completo de Encuentros Extraordinarios Podcast puede verse en YouTube y Spotify.


