Los primeros días de marzo de 2025 se convirtió en una fecha histórica de los objetos voladores anómalos. Ese día, una esfera voladora plateada descendió en Buga, un municipio de Colombia, donde un testigo llamado José logró resguardarla antes de que el objeto se elevara nuevamente y desapareciera en el cielo, es la primera vez dentro de la casuística Ovni mundial que esto sucede así.
Existen diversos videos captados tanto en Buga como en Yumbo, en los que se observa a la esfera suspendida en el aire. En algunos casos permanecía estática a gran altura; en otros, se desplazaba y emitía luces de colores. Estas grabaciones fueron hechas por diferentes personas y en distintos momentos, pero siempre dentro de esta zona específica de Colombia.
José entregó la esfera a una empresa tecnológica de su país, pero cuando el caso llegó a oídos del reconocido periodista Jaime Maussan, líder del programa Tercer Milenio y del canal Maussan Televisión, hizo lo necesario para traer la esfera a México. Y lo consiguió. Actualmente, la enigmática esfera está bajo resguardo de Maussan, quien realiza análisis científicos con la UNAM.
Según reportes de la máxima casa de estudios, en el interior del objeto se hallaron 52 unidades de fibra óptica de distintos tamaños, con diámetros que oscilan entre 40 y 350 micras. Esto representa el 42% de la composición interna del objeto, lo que llevó al equipo universitario a calificarlo como un "dispositivo tecnológico sofisticado".
En entrevista, Jaime Maussan reveló que los videos de la esfera han sido analizados por tres laboratorios independientes, descartando cualquier tipo de manipulación digital o intervención mediante inteligencia artificial. Otro dato sorprendente es que, en un principio, la esfera pesaba apenas dos kilos, pero de forma inexplicable ha incrementado su peso hasta alcanzar los diez kilos actuales.
Además, según el propio Maussan, cuando la esfera estaba en Colombia y aún conservaba energía, quienes la custodiaban notaron un fenómeno inusual: al rociarla con agua, ésta se "ionizaba", como si interactuara con una fuente de energía. Actualmente, la esfera parece estar "descargada", como si fuera un celular o una computadora que no se ha conectado a una fuente eléctrica.
En cuanto a su composición metálica, el equipo de investigación de Maussan ha señalado que contiene aleaciones que aún no pueden identificar. Según el periodista, estaríamos ante el Roswell del siglo XXI, una evidencia física de las esferas misteriosas que han sido reportadas durante décadas en todo el continente. Y lo más importante: esta vez no está en manos militares, sino de una investigación civil abierta al mundo y al descubrimiento de sus secretos.
