Jacinta era conductora de microbús, un día conducía a alta velocidad sin importarle las condiciones de la ruta, los baches y la rapidez hicieron que perdiera el control hasta volcarse, provocando que algunos pasajeros resultaran lesionados y fue trasladada al

Pese a esto y después de ser del problema legal en el que estaba, Jacinta consideraba que ella no era responsable y, por lo tanto, no tenía la obligación de cubrir nada.

Al ser atendidos, un pasajero llamado Mario dijo que estaba muy molesto porque a la conductora no le importó ir sin precaución y no era justo que mientras él, resultó lesionado, ella no tuviera ninguna afectación ni física ni patrimonial. Se le explicó que podría iniciar un proceso de facilitación y, aunque molesto, aceptó dialogar porque le interesaba obtener su reparación del daño por el accidente.

Lee también:

Al iniciarse el diálogo en el Centro de Justicia Alternativa del Poder Judicial de la Ciudad de México, Mario expuso lo que sintió al ver como Jacinta manejaba sin precaución y rapidez, así como el trauma que tiene de tomar un transporte público.

Jacinta al escuchar lo vivido por Mario, entendió que la forma en que conducía no había sido la adecuada, por lo que estaba en la disposición de poder reparar el daño causado, solicitando que le dieran tiempo para cubrir el pago; por su parte Mario accedió a concederle un tiempo para que pudiera responsabilizarse de su conducta, invitándola a conducir con precaución y considerar la responsabilidad de transportar a la gente.

Con este procedimiento se dio por concluido el proceso judicial, pues tanto Jacinta como Mario firmaron un convenio con pleno valor jurídico.

Google News

TEMAS RELACIONADOS