Juan decidió dejar el hogar familiar y poner fin a una relación de 30 años con Dulce. Se desatendió de sus con su hija Amanda, de 16 años, quizá confiado en que sus otros dos hijos, ya mayores de edad, se harían cargo de sus gastos.

Aunque Adán y Daniel, los dos hijos mayores, solventaron parte de los , Dulce estaba consciente de que no tenían la obligación de mantenerla a ella y a Amanda, así es que con la asesoría legal de una organización civil acusó a Juan del delito de incumplimiento de obligación alimentaria a su hija y ella.

A Juan lo aprehendieron agentes de investigación, por desacatar tres citatorios para presentarse ante un juez de control.

Lee también:

El juzgador, para agilizar el proceso, remitió el caso al Centro de Justicia Alternativa (CJA) del Poder Judicial de la Ciudad (Niños Héroes 133, colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc), para que, a través del servicio de facilitación penal, las partes lograran un acuerdo reparatorio.

En la primera sesión, frente a frente, Dulce recriminó a Juan la desatención de Amanda, y también debía darle pensión alimenticia a ella, porque en el tiempo en el que estuvieron juntos no le permitió trabajar.

Juan reconoció y aceptó, porque desde que lo detuvieron se le subió el azúcar en la sangre del susto.

Así, en una segunda sesión de mediación, Dulce exigió el pago de tres meses de pensión alimenticia atrasada para ella y su hija, y en adelante 10 mil pesos mensuales para cubrir las necesidades de las dos.

Con tal de salir del problema, y para evitar el agravamiento de su diabetes, Juan aceptó. Firmaron el acuerdo reparatorio, que, una vez aprobado por el juez de control, permitió el resarcimiento del daño a las víctimas y finalizó el proceso.

Google News

TEMAS RELACIONADOS