Nunca he sido muy aficionado a las bandas tributo, y menos cuando las originales están activas. No le encuentro —o mejor dicho, no le encontraba— mucha lógica, pero me he llevado grandes sorpresas, y de vez en cuando hay que relajarse un chingo y disfrutar.

Hace no mucho, a finales de 2023, dio un soberbio concierto Javier Parisi en el Centro Cultural Ollin Yoliztli. Este argentino es el clon de John Lennon.

Tan clon y tan maravilloso que, en el mismo año en que murió el jefe de The Beatles —1980—, nació Javier: el Lennon de Buenos Aires.

Ahora fue el turno de otros argentinos, musicalmente también muy cercanos a la banda que tributan. Me refiero a Oeisis, quienes se aventaron su The Oasis Experience – Knebworth Night, el pasado jueves en La Maraka.

Si los conciertos de Oasis en el Estadio GNP, programados para septiembre próximo, son un partido del Manchester City, lo que se vivió esta semana en el homenaje fue un calentamiento: nos abrazamos, saltamos al ritmo de “Cigarettes & Alcohol”, coreamos las canciones como si los que estuvieran enfrente fueran los mismísimos hermanos Gallagher e incluso alguien, en esa misma tónica, les imploró: “¡No se vayan a pelar, aguanten hasta septiembre!”.

Y sí, que Liam y Noel sigan tomados de la mano por lo menos durante toda la gira Oasis Live '25, que hasta el momento —salvo por la persona que murió al caer de una de las gradas del estadio Wembley— todo marcha de maravilla.

Acá, en el tributo de Oeisis, también todo fluye excelente. Son grandes personificadores, buscan darle el toque físico, y su fortaleza la encuentran en lo musical: cada músico toca con precisión quirúrgica. Ni más, ni menos. Y como su nombre lo dice, te llevan a la experiencia de Oasis.

Oasis, los de verdad, rompieron un récord más al vender 250 mil tragos en uno de sus conciertos recientes, ante 80 mil gargantas. Nota si quieren un tanto anecdótica, pero que me hace pensar que en México ese número podría superarse con facilidad.

Y es que en México nos gusta la fiesta, la cerveza y calentar los ánimos a la mínima provocación. Si no lo creen, hubieran visto a la gente en el show de Oeisis: este quinteto albiceleste, con voces de verdad similares a las de los auténticos Noel y Liam, nos dio un adelanto —una ilusión, si quieren— de lo que nos espera con los de Mánchester.

ENCORE

Tal como en el show de Knebworth, Oeisis cerró con “I Am the Walrus”, de la pluma de John Lennon. Vaya que se les da a los argentinos tributar a los dioses de Inglaterra.

Me han hecho pasar buenos momentos en tributos... y cambiar un poco de opinión sobre los homenajes. Solo un poco.

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