Sobre la emoción por de ofertas se instala una sombra: la falsa creencia del “a mí no me va a pasar nada”. Esa idea debilita la prevención, baja la guardia y abre la puerta al delito justo cuando creemos tener el control.

Los delincuentes no necesitan descuentos para actuar. Les basta con el descuido. Cada año, los registros del demuestran que estafas y robos se disparan cuando aumenta la confianza.

En 2024, durante los cuatro días del Buen Fin, los reportes por fraude incrementaron 34 por ciento respecto a la semana previa.

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Por eso, este año el C5, bajo la instrucción de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, refuerza su estrategia de vigilancia con una perspectiva preventiva. Las cámaras monitorean en tiempo real los centros comerciales, las tiendas y sus alrededores.

Pero ninguna cámara de vigilancia sustituye el sentido común ni la atención ciudadana. La seguridad empieza antes del operativo: comienza en la mente.

El síndrome del invencible nos hace creer que por comprar en un centro comercial concurrido estamos seguros, el banco nos protegerá de cualquier fraude o ningún ciberdelincuente se fijará en nuestro perfil. Esa ilusión de inmunidad inhibe la prudencia.

Prevenir implica no exhibir efectivo, no perder de vista las tarjetas o revisar la autenticidad de las páginas. ¡Ponte al tiro! Desconfía de “ofertones” milagrosos.

Y si es necesario, reporta al número 9-1-1, de manera anónima al 089 o a la Línea Antiextorsión 55 5036 3301, donde atendemos los casos de fraude.

@guerrerochipres

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