En un país donde se ensaya la tragedia, porque se ha padecido, hay un sonido imprescindible, símbolo de alertamiento e indicativo del momento en el cual se pone en práctica todo el aprendizaje: la alerta sísmica.
Los simulacros son un acto de memoria, de prevención, coordinación ciudadana, no una excusa para salir del trabajo o la escuela.
La alerta nos obliga a recordar dónde está la salida, quién tiene las llaves. Pero no todos lo toman en serio. Hay quienes no se mueven porque ya saben que no es un sismo.
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Hay oficinas donde no hay responsable de protección civil, escuelas con protocolos improvisados o edificios donde simplemente no suena nada. Y ese último punto es clave. Si algo debe ocurrir en un simulacro, es el sonido de la alerta sísmica.
Este es un ejercicio para atender fallas con tiempo, la oportunidad de aprender a responder organizada y eficazmente a una emergencia telúrica, como lo ha definido la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada.
El martes 29 de abril, a las 11:30, será el Primer Simulacro Nacional 2025, momento para asegurarnos que todo funcione adecuadamente, incluidos los altavoces que difunden la alerta sísmica generada por el Sasmex.
En la capital nacional hay 27 mil 976 altavoces ubicados en 13 mil 998 postes operados por el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano, el C5. Cada uno tiene un alcance sonoro de 200 metros.
¡Ponte al tiro! Participa y si el altavoz más cercano no lo escuchas, revisa su ID, su ubicación y repórtalo al 9-1-1 o a nuestras redes sociales.
@guerrerochipres