Para don Manuel, eso de convertir su en una lancha en tiempo de lluvia es algo muy habitual.

“Imagínese, vivo en en Ejército de Oriente y cada año, desde hace 20, debo jugarme la vida para salir en busca del chivo.

“Así que no me queda otra que andar surfeando a la salida y al regreso a la casa, porque no sólo se deben evitar las inundaciones, sino también los baches que se esconden en el agua.

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“En todo ese tiempo, sólo una vez me he quedado atorado en el agua. Fue en octubre de 2022. Un pasaje me pidió llevarlo de Balbuena hasta Cabeza de Juárez.

“Seguro de conocer el rumbo lo dije que sí: ‘Gracias, señor, nadie me quería llevar porque dicen que por la inundación está intransitable’. ‘No pasa nada, yo vivo por el rumbo y conozco algunos atajos’, así que nos fuimos al destino.

“Claro el camino fue extremo, porque no se veían los topes, pero viento en popa… hasta que al pasar un charco el taxi se atascó y no avanzaba.

“Resulta que cayó en un hoyo con tierra y la llanta trasera sólo giraba, pero no se veía nada. Total, que me tuve que bajar y anduve buscando piedras, las cuales aventé a lo loco, con tanta suerte que logré salir del bache, con el pantalón y los zapatos llenos de lodo.

“Como pude llegué al destino. Al otro día fue con un vecino que es herrero y le pedí que me hiciera unas rampas por si me volvía a quedar atascado, pero en tres años no las he usado; así que yo no le temo al agua y mi taxi… tampoco”. Manda tu historia a rrodolfo68@yahoo.com.mx

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