José Manuel es un hombre que combina su labor como profesor de educación física, en una secundaria, con la de operador de un taxi por aplicación. Nos cuenta que tiene 29 años, asegura que tiene buen físico y no es mal parecido.
“Mire, no soy creído, ni presumido, pero tengo mi pegue, tanto en la escuela, como con mis vecinas, pero le cuento lo que me ocurrió la noche del 26 de marzo de este año.
“Me pidieron el servicio en un bar de Polanco. Al llegar, eran dos mujeres, como de unos 35 años, olían a vino y andaban bien alegres.
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“Desde que se subieron, cuando volteé para saludar, una de ellas de inmediato me dijo: ‘Qué bonita sonrisa’.
“La otra mujer se recargó en el asiento y me comentó casi al oído: ‘¿No te han dicho que eres muy guapo, guapisshimo?’ y yo sólo sonreí.
“Ya con el ego hasta el cielo, les contesté ‘ustedes son muy hermosas, cualquiera sería feliz de ser su novio. ‘Pues hoy es tu noche de suerte, tienes el 2x1 con nosotras. Si te atreves, vámonos a un hotel o ¿te da miedo? Así que fui.
“Pedimos bebidas, la pasé muy bien, hasta que las vi dormidas. Yo también me dormí, pero al despertar, ellas ya no estaban, tampoco mi ropa, mi cartera y el celular, pero me dejaron las llaves y el coche. Como pude, llame a recepción para reportar el robo, pero no hicieron nada. Les cuento mi amarga experiencia para no caigan ante este tipo de robo”. Manda tu historia a rrodolfo68@yahoo.com.mx
