La situación del Centro Histórico (CH) es crítica. Por ello, urge que las autoridades capitalinas —la jefa de Gobierno, el secretario de Gobierno y la alcaldesa de Cuauhtémoc— se sienten con nosotros en mesas de trabajo formales para cumplir las promesas de campaña y ejecutar soluciones reales.
Los números hablan: los comerciantes establecidos reportamos caídas en ventas de entre 30% y 50%, debido al crecimiento del ambulantaje, las manifestaciones y los cierres viales. Al mismo tiempo, el desplazamiento del comercio tradicional por estructuras “paralelas” ha alterado la dinámica de la zona: hoy existen más de 600 bodegas irregulares y plazas operadas por orientales, lo que provoca el desplome del comercio formal.
Además, la movilidad y el espacio público se han vuelto caóticos. La proliferación de diablitos con carga excesiva, motos en sentido contrario y banquetas o accesos obstruidos generan una mala experiencia para visitantes y trabajadores.
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¿Qué soluciones propone el sector comercial para salvar al Centro Histórico?
Frente a esto, no bastan declaraciones o anuncios. En campaña, las autoridades prometieron dar trato especial al CH por su valor patrimonial y económico, fomentar la inversión privada, la formalidad y el orden. Hoy esa hoja de ruta exige abrir una mesa permanente con representantes de empresarios, comerciantes, académicos y autoridades, para construir un diagnóstico común, definir metas, responsabilidades, plazos y mecanismos de seguimiento público.
Así se honraría la palabra empeñada y se cumpliría con el deber moral y legal de proteger el corazón de la ciudad. Exhortamos a no más dilaciones, no más reuniones para la foto, no más políticas de parche. Urge una mesa con agenda, cronograma y recursos claros. Cada día sin acción los negocios pierden ingresos, el tejido urbano se deteriora y el CH deja de ser el motor cultural y económico.
Presidente de Procentrhico


