El comercio en la vía pública en el Centro Histórico (CH) de la CDMX ha rebasado ya Calles, plazas y banquetas que deberían ser espacios peatonales, históricos y turísticos, hoy están invadidas por puestos semifijos, estructuras metálicas, lonas y mercancías que obstaculizan el paso, deterioran la imagen urbana, afectan la seguridad y, sobre todo, representan una competencia desleal para el comercio formal que sí cumple con obligaciones fiscales, laborales y legales.

El crecimiento del ambulantaje no es casual ni responde sólo a la necesidad económica de miles de personas; directo de la falta de voluntad política del Gobierno y de la Subsecretaría de Proyectos de Alcaldías y Ordenamiento de la Vía Pública.

Desde hace varios meses, los empresarios formales, vecinos, trabajadores y ciudadanos ante la jefa de Gobierno, Clara Brugada, y el secretario de Gobierno, César Cravioto, el incremento descontrolado de este fenómeno, sin que se hayan implementado acciones reales y eficaces para revertirlo.

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Por el contrario, todo apunta a que existe una red de complicidades entre algunos funcionarios y líderes del ambulantaje. Una permisividad deliberada que favorece a grupos clientelares con fines oscuros a costa de la legalidad, la imagen de la ciudad y el derecho al espacio público.

No se trata de criminalizar a quienes trabajan, sino de exigir un verdadero orden que beneficie a todos. Urge una política pública integral, transparente y con visión de largo plazo que recupere el CH, lo dignifique y garantice un piso parejo para quienes apostamos por la formalidad.

Hoy, el ambulantaje no solo ocupa las calles: simboliza el abandono institucional y la ausencia de gobernabilidad. ¿Hasta cuándo? No podemos seguir tolerando que las autoridades hagan como que hacen su chamba, ¡ya basta!

Presidente de Procentrhico

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