PROBLEMA PROFUNDO
Para nadie es un secreto que las calles de la Ciudad de México son un campo minado. Basta recorrer las avenidas, lo mismo primarias que secundarias, para darse cuenta de que ningún programa ha terminado con los baches.
Justo ayer la jefa de Gobierno, Clara Brugada, hizo un llamado a los alcaldes para que atiendan las vialidades que les corresponden, pero sabrá Brugada que la entrega de asfalto para las alcaldías por parte de su gobierno ha sido irregular, sabrá que en esta semana se dejó de entregar el material a las demarcaciones porque se descompuso una máquina que tritura la piedra, y lo que seguramente sí sabe es que los alcaldes no pueden comprar material con otro proveedor que no sea el Gobierno de la Ciudad.
Si sabe todo esto, o por lo menos algunos puntos, cómo es que les pide a los alcaldes que atiendan el problema, si de entrada no les venden los insumos necesarios para hacer el trabajo.
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NUEVOS RICOS
El Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Clara Brugada, logró hacer su agosto con la expedición de las licencias permanentes y difícilmente podría dejar ir a la gallina de los huevos de oro.
Y es que por la emisión del plástico ha logrado recaudar mil 443 millones de pesos y ni siquiera al llegado al millón de licencias emitidas que era su meta.
Ahora sí, como dicen, Brugada les comió el mandado a los gobernantes del centro del país y son muchos los conductores, al menos del Estado de México, que prefieren tramitar sus premisos en la Ciudad de México.