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La noche del pasado 1 de noviembre, la celebración del Festival de Velas por el Día de Muertos en Uruapan, Michoacán, se vio interrumpida por un violento ataque que cobró la vida del alcalde del municipio, Carlos Manzo.
El ataque armado ocurrió en el Centro Histórico mientras el edil convivía con sus hijos, ciudadanos y su equipo de seguridad personal. Tras escuchar una ráfaga de seis disparos, sus escoltas reaccionaron de inmediato, logrando repeler la agresión. El enfrentamiento resultó en la muerte de uno de los atacantes y la detención de otras dos personas implicadas.
Circuló en redes sociales material videográfico que capta el caos posterior al tiroteo. Las imágenes muestran a paramédicos atendiendo al alcalde, quien yacía en el suelo, mientras una multitud se agolpaba para filmar la escena y fotografiar a los presuntos agresores. Algunos civiles se acercaron a interrogar a los supuestos delincuentes en espera de la llegada de las autoridades y servicios de emergencia.
Momentos después, en uno de los videos se aprecia el momento en que el presidente municipal, tras recibir los primeros auxilios, es colocado en una camilla y subido a una ambulancia que lo esperaba para trasladarlo al hospital más cercano. La urgencia era evidente en los gritos: "¡A donde sea pero vámonos!".
Detalles de la Investigación y Seguridad
El Gabinete de Seguridad confirmó la trágica noticia del deceso de Carlos Manzo a causa del ataque e indicó que se iniciará una profunda investigación para identificar y capturar a todos los responsables.
Mediante una publicación en la plataforma X (antes Twitter), el Gabinete de Seguridad detalló: "Derivado de una agresión ocurrida esta tarde en el centro de Uruapan, Michoacán, donde lamentablemente perdió la vida el presidente municipal Carlos Manzo, fueron detenidas dos personas involucradas en los hechos y uno de los agresores perdió la vida. Las autoridades del Gobierno de Michoacán y del Gabinete de Seguridad resguardan la zona y mantienen los patrullajes de supervisión para garantizar la seguridad de la población. Este crimen no quedará impune."
Es importante mencionar que el alcalde contaba con la protección de dos escoltas de la Guardia Nacional asignados a sus actividades diarias. Asimismo, debido a que se trataba de un evento público y familiar, el edil no llevaba puesto chaleco antibalas en el momento de la agresión.
