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Solo bastó que uno de los perros de la jauría ladrara y atacara a una mujer para que los otros seis se abalanzaran contra ella para morderla, tirarla al piso y continuar con la agresión; pero para su fortuna, un automovilista les echó el auto encima y los ahuyentó.
La víctima caminaba por la Glorieta de los Magueyes, en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México, cuando los perros callejeros se le fueron encima.
Pasaron 15 segundos desde la primera mordida para que el resto de los canes que viven dentro de la unidad Palmas corriera y le provocara diversas lesiones en varias partes del cuerpo, pero el conductor de un Versa aceleró contra ellos y, entre el sonido del claxon y el rechinido de las llantas, la jauría desistió del ataque y huyó.
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Incluso, el conductor se paró y dejó que la víctima abriera la puerta para resguardarse. El video se viralizó en redes sociales.
Otros ataques
En una publicación de Facebook, vecinos de Ixtapaluca reaccionaron y comentaron que no es la primera vez que esa jauría ataca sin ningún motivo a otros transeúntes.
“Me tocó ver que se fueron contra una persona de la tercera edad y contra un niño que venía de la escuela con su mamá”, comentó Gaby Sanabria.
Añadió que esos mismos animales han matado a otros perros, gatos y conejos.
Además, lamentó que los vendedores de caldo de gallina que se instalan en la zona son quienes les dejan alimento y agua, pero se molestan si alguien los ahuyenta, a pesar de que los vecinos han pedido a las autoridades que atiendan sus peticiones para que los lleven a la perrera municipal.
Al respecto, Carlos Rivas declaró: “Son callejeros, preguntas por sus dueños y nadie sabe, pero los van a levantar y salen todos los dueños. Esas unidades son cerradas y todo mundo se conoce, pero nadie hace nada al respecto”.
¿Qué hacer en caso de un ataque de perros?
Si ves que un grupo de perros intenta atacarte, lo mejor es intentar distraerlos arrojando algo que les llame la atención, como un objeto que tengas cerca.
Aunque los entrenadores consideran importante mantener la calma, porque gritar o correr entre perros agresivos puede incitar a más violencia de su parte.