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La llamada de un habitante de la colonia Morelos alertó a policías de la ciudad. Patrullas y cordones de seguridad rodearon la “escena del crimen” en donde yacía una cabeza, pero de un maniquí.
Hoy minutos de las 7:00 de la mañana, un hombre salió a depositar una bolsa con basura en un tiradero clandestino ubicado en la calle Tenochtitlán y avenida Canal del Norte.
Al acercarse, se percató de que entre botellas, plásticos y cartones se asomaba una cabeza. Para el vecino, el hallazgo era una emergencia que requería ser investigada por los policías.
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Por eso pidió que acudieran al lugar y que revisaran las cámaras de seguridad para dar con el responsable que cometió el crimen.
Y sí, policías con sus patrullas y sirenas llegaron al basurero. Ahí, cerraron la calle y con cinta policial restringieron el acceso al lugar para que nadie pasara y contaminara la escena del crimen.
El lugar permaneció cerrado por casi una hora y mientras se solicitaban las imágenes de las cámaras de seguridad, uno de los policías se acercó al tiradero. Al verle los ojos saltones y el rostro despiadado, se percataron de que se trataba de un terrorífico maniquí.
La alerta terminó, pero no el estrés colectivo de los habitantes de la colonia quienes confirmaban que se trataba de la cabeza de un hombre.
