Desde hace 11 años, Marco comenzó a delinquir en calles de la Ciudad de México. Entró y salió varias veces de la cárcel, creyendo que la suerte siempre estaría de su lado, pero el pasado lunes fue ejecutado por su propio primo, afuera de su casa en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Eran las 10:00 de la noche cuando el joven de 36 años llegó a su domicilio en la colonia Martín Carrera.
Marco estaba estacionando su camioneta GMC Terrain, color vino, cuando se percató que dos sujetos en moto se pararon justo al lado de su ventanilla y comenzaron a dispararle.
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Para sorpresa de Marco, uno de los agresores era su primo Édgar, de 30 años, apodado “El Chimuelo”. El otro sujeto era Armando López, alias “El Memela”.
Le dispararon al menos seis ocasiones en varias partes del cuerpo. Algunas de las balas alcanzaron a perforarle el cuello, parte de su tórax y los brazos.
Mientras lo acribillaban, decenas de comerciantes, quienes apenas iban a cerrar sus negocios, se refugiaron en sus locales.
Aún con la gravedad de sus heridas, Marco tomó el volante de su auto y aceleró rumbo al hospital más cercano. Los testigos vieron llegar el auto con múltiples impactos de bala y observaron que el joven descendió casi agonizando con toda la playera ensangrentada, e ingresó al nosocomio.
Tras enterarse de lo que le había sucedido a su hijo Marco, la señora Mirna, de 70 años, acudió alarmada al hospital.
Su esperanza de encontrarlo con vida se quebró a los pocos minutos, cuando los médicos le notificaron el fallecimiento de su familiar.
La mujer comentó a las autoridades que 15 días antes, su hijo tuvo problema con su primo, “El Chimuelo”, en una feria en Morelos, llegando a los golpes, por lo que cree que esta acción pudo tratarse de una venganza por rencillas personales.
Policías capitalinos lograron capturar al primo de Marco, quien será imputado por el delito de homicidio doloso, y aún continúan con la búsqueda de su cómplice.