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Antes del amanecer, el sonido de una ametralladora tensó a los habitantes de la colonia María G. García Ruiz, en la alcaldía Álvaro Obregón.
No era solamente un arma la que causó el estruendo en la calle Mexicanos, sino que una célula de gatilleros disparaba con diversas armas, en al menos 40 ocasiones, contra dos hombres, identificados como papá e hijo.
Al filo de las cuatro de la mañana, las víctimas estaban cerca de su domicilio cuando fueron interceptadas por un grupo de sujetos armados, quienes comenzaron a corretearlos, con pistola en mano, frente a la escuela María G. García Ruiz.
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Las víctimas intentaron resguardarse y dieron vuelta sobre la calle de Bolivianos, pero ahí fueron alcanzados y ejecutados.
Cuando se dejaron de escuchar las detonaciones, algunos vecinos se asomaron y vieron los dos cuerpos tendidos a mitad de la calle.
También los familiares de los hombres salieron a reconocerlos, sin poder creer lo que estaban viendo. Y es que la magnitud del ataque fue impresionante e inusual en comparación con la mayoría de las agresiones armadas registradas en la capital.
Por más de cuatro horas, los cadáveres de las víctimas se quedaron en la vía pública resguardados por sus propios familiares, quienes reaccionaron de manera violenta contra policías y la prensa.
Fue hasta pasadas las 9:00 de la mañana cuando peritos de la Fiscalía retiraron los cuerpos.
