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En un video, Apolíneo vio a su hijo y nieto con el cuerpo quemado, pero en pie y conscientes.
Hoy sabe que Juan Carlos permanece intubado en la zona de terapia intensiva del Hospital Rubén Leñero.
En la puerta del hospital, los familiares de Juan Carlos y Juan Ángel esperan tener el reporte médico del padre y su hijo.
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¿Cómo sobrevivieron Juan Carlos y su hijo a las llamas en Iztapalapa?
Ambos regresaban de la Central de Abasto de Iztapalapa, donde se abastecían de las frutas y verduras que venden en mercados de Texcoco.
Vieron la nube de gas, bajaron del coche y corrieron para ponerse a salvo. Aun así, las llamas los alcanzaron hasta una calle aledaña en donde vecinos los auxiliaron. Con un teléfono celular, alguna persona los grabó con las quemaduras en brazos, pecho, piernas y el rostro.
Aún con el cuerpo ardiendo, los hombres pedían que los ayudaran a llegar a una farmacia de similares para que los atendieran en un consultorio.
Ahí, una habitante de Iztapalapa decidió llevar en su automóvil a los dos heridos hacia el hospital General de Iztapalapa. No saben quién es la mujer que ofreció la ayuda, pero hoy los familiares de los dos lesionados le agradecen el auxilio.
Apolíneo piensa que sin esa ayuda, los dos podrían haber muerto. “¡No entiendo cómo con esas quemaduras lograron caminar y pedir ayuda!”, dice el padre y abuelo de los dos heridos.
A pesar de las heridas, Juan Carlos recordó el número celular de sus papás para avisar lo que había ocurrido. Al enterarse, Apolíneo y su esposa salieron en busca de su hijo y nieto. Los vehículos varados en la carretera Reyes Texcoco les impidió llegar en coche y por eso caminó más de siete kilómetros para llegar a la zona del percance.
Le costó trabajo dar con el hospital donde estaban, pero ahora tiene fe en su recuperación.