entró a la casa de su ex pareja para cumplir con el acuerdo de custodia compartida de su hija. Él aprovechó la visita para insistirle que regresaran pero al ser rechazado, el feminicida la apuñaló y trató de suicidarse.

Antes de morir, Brenda alcanzó a llamar por teléfono a su mamá para pedirle ayuda. Ya agonizaba pero alcanzó a decirle que la había atacado.

La madre no esperó a llegar a la casa de su ex yerno para auxiliar a su hija y a su nieta de dos años. Ella llamó a paramédicos y policías para pedirles que acudieran al domicilio de la colonia Pradera, en Gustavo a Madero, a ayudar a la mujer lesionada.

Y sí, ellos atendieron el llamado de auxilio en la casa del número 125 de la calle Volcán Popocatépetl. Pero al lograr ingresar a la casa rentada por el agresor, hallaron a Brenda sin vida y a su atacante con una lesión en el abdomen.

Ante los policías, los vecinos dijeron haber escuchado las voces del agresor cuando exigía a su ex pareja que regresaran a vivir en familia. Ella se negaba a ceder ante las súplicas de Julio César.

Y es que tras 10 años de pareja y dos como padres de una niña, ella sabía que el hombre no dejaría de cometer abusos contra la mujer.

Tras unos minutos, la discusión se convirtió en una pelea a insultos y golpes de los que Brenda de 25 años, no pudo librarse. Él, cinco años mayor que ella y con fuerza de ventaja, tomó un cuchillo y lo insertó en el cuello de su víctima.

Herida, vio al hombre lesionarse con el mismo cuchillo. Y mientras él se lesionaba, la mujer alcanzó a llamar a su madre.

Ante los agentes que atendieron el caso, la madre dijo que aunque no hubo denuncias, no era la primer ocasión en la que el hombre se alcoholizaba para atacar a Brenda.

Y sí, en la casa donde ocurrió el feminicidio hallaron botellas del alcohol que Julio César consumió antes de matar a la mamá de su hija.

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