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Desde hace meses Susana, de 50 años, estaba bajo la mira de un grupo delictivo que le siguió los pasos para matarla. La noche de ayer la asesinaron junto a su nieta Melanie, de apenas 10 años, en la alcaldía Xochimilco.
Minutos antes de las diez de la noche, la mujer viajaba con un grupo de familiares en un Volkswagen Bora color rojo, por el pueblo de Santa María Tepepan.
Regresaban de hacer unas compras en el supermercado y ya se dirigían a su domicilio, cuando, en el cruce de las calles 16 de septiembre y Niños Héroes, los tripulantes de una moto se les emparejaron y comenzaron a disparar al vehículo. Susana viajaba en la parte trasera del vehículo junto con su nieta.
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Ambas fueron acribilladas y murieron en el lugar. Ahí, quedaron seis casquillos 9mm.
Susana era identificada como líder de un grupo delictivo conocido como los “Los Susanos”, vinculado con actividades de narcomenudeo al sur de la Ciudad de México.
Debido a que ya tenía amenazas previas, hace seis años ella se mudó a Morelos, junto con su hijo, para intentar llevar una vida más tranquila. Una vez a la semana ambos regresaban a Xochimilco a ver a sus familiares.
Fue el caso de esa noche en que la asesinaron: tenía planeado pasar unos días ahí y luego regresar a Morelos.
Al parecer, sus movimientos ya estaban bien identificados por los sicarios que ejecutaron el crimen porque exactamente el día que llegó, decidieron matarla. Esperaron a interceptar a Susana en un lugar solitario y, sin importarles que estuviera con una menor de edad, la ejecutaron.
Autoridades abrieron una carpeta de investigación por este doble homicidio, que apunta a un ataque directo por ajuste de cuentas.
