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CIUDAD DE MÉXICO.- Rodrigo miraba un partido de futbol en su casa de Gustavo A. Madero cuando recibió una llamada. Era el homicida, quien le pidió salir a la calle en donde le disparó.
El hombre tenía 30 años y vivía en la colonia Tlalpexco, en donde se dedicaba a la venta de droga. Los médicos que lo atendían al morir le hallaron una báscula gramera y bolsas de plástico para guardar la droga.
Según la declaración de sus familiares, una persona llamó al celular del hombre para pedirle que saliera de su vivienda en la calle Ahuehuetes y caminara hacia una tienda de la esquina.
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Fue un motosicario. Al dirigirse al establecimiento, un motociclista se acercó y le disparó. El arma de fuego alertó a los familiares de Rodrigo, quienes lo hallaron ensangrentado.
Ellos llamaron a los paramédicos, pero al tardar el auxilio lo subieron a un automóvil y lo llevaron a buscar ayuda médica.
Fue rechazado en el Hospital Ticomán por falta de personal y equipo. Después, en el Hospital La Villa, sí lo recibieron, pero horas más tarde confirmaron su muerte por el disparo en el tórax.
Los agentes que investigan el homicidio buscan al responsable de sudadera blanca que escapó en la moto negra con rines naranjas.
