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CIUDAD DE MÉXICO.- Por un lugar de estacionamiento, Daniel peleó con sus homicidas. Aunque su esposa fue testigo del ataque, el exceso de alcohol que bebió le impidió recordar lo ocurrido.
El sábado por la tarde, Daniel y su esposa acudieron a beber alcohol en calles de la colonia Jalalpa El Grande. Ahí, en la esquina de la calle Piedra y la avenida Gustavo Díaz Ordaz, pasaron las horas hasta que llegó la noche.
Ya en estado de ebriedad, Daniel de 41 años se enfrentó con dos hombres que supuestamente querían estacionar un vehículo justo en el lugar donde él y su esposa Monserrat se encontraban. El enfrentamiento a palabras terminó cuando uno de los dos hombres desenfundó un arma y disparó contra Daniel a corta distancia.
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Después de herir en el pecho a su víctima, los agresores aceleraron en el vehículo para huir. Monserrat se encontraba a un lado de Daniel cuando ocurrió el asesinato.
Aunque fue testigo, no pudo hacer nada para evitar el ataque. Fueron los habitantes de la zona quienes pidieron ayuda de los paramédicos, quienes al llegar al sitio le informaron que su esposo había muerto.
Ella logró avisar a sus familiares para que llegaran a ayudarla. Los agentes que investigan trataron de hablar con la mujer. Pero sólo pudo indicarles que Daniel había peleado por el lugar de estacionamiento y se negó a dar más información porque dijo que estaba en estado de ebriedad y no recordaba nada. Por eso, los agentes indagaban en las cámaras de vigilancia de la colonia para dar con los homicidas.
