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Las armas de dos motociclistas callaron a Irma. Ella declararía en la audiencia para sentenciar al homicida de su hijo, pero las balas la mataron. Desde hace poco más de un año, Irma acudía a las audiencias en el Reclusorio Sur para buscar justicia por la muerte de su hijo Francisco Javier. Él tenía una novia que lo engañó con Óscar Giovanni.
Al enterarse, el 1 de febrero de 2024, el joven fue en busca de su rival para reclamarle por la traición. Pero no hubo sólo una discusión, sino golpes y balas. Y es que Óscar Giovanni tenía un arma con el que mató a Francisco.
La madre de la víctima fue testigo del crimen. Ella no logró mantener con vida a su hijo, pero sí pudo declarar ante los agentes para que detuvieran al homicida.
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Óscar permanece preso en el Reclusorio Sur, pero sus familiares y abogados amenazaban e intentaban extorsionar a Irma para que ella se desistiera de declarar en contra del homicida. Hace unos días, ella recibió la llamada del abogado del detenido, quien le ofreció un millón de pesos a cambio de dejar en libertad al atacante.
Pero ni el dinero ni las amenazas pudieron con la decisión de la mujer de seguir en su camino de buscar justicia por la muerte de su hijo.
A Irma le faltaban solo unos meses para acudir a la audiencia final en la que declararía y sentenciarían al agresor. Pero el lunes por la tarde, ella salió de casa para ayudarle a su esposo a reparar un auto. Ahí, a la avenida Juchique de la colonia Jalalpa Tepito, en Álvaro Obregón, llegaron dos sujetos en moto y dispararon contra la mujer. Ellos, con el rostro cubierto con un casco y un balaclava negro, escaparon por calles de la colonia.
Fue el esposo quien, al ver herida a la víctima, la subió al auto para llevarla a un hospital. Pero al llegar a las puertas del lugar, la mujer de 55 años murió.