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Lejos quedaron los días en el que las broncas personales se arreglaban con los puños en las calles de Iztapalapa, ahora todo acaba hasta que alguno de los protagonistas termina plomeado en un hospital o en el cementerio.
Eran las 11 de la noche del pasado domingo cuando Gerardo, un morro de tan solo 14 años tomó una pistola, la guardo entre sus ropas y se dirigió a la casa de Antuan, un chavito de 13 años con el que tenía problemas.
De acuerdo con vecinos, el mini pistolero se quedó con el ardor de perder una pelea que tuvo con su contrincante días anteriores al ataque por lo que buscaba desquitarse por lo que aprovechó que Antuan iba a la tienda con su primo Eithan Daniel para abordarlo.
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Una vez que lo tuvo a una distancia considerable, el chiquillo sacó el arma de fuego y le disparó directamente al rostro al pequeño que cayó de inmediato en el pavimento de la calle Ejército No. 8, de la colonia Ejercito de Oriente, en Iztapalapa.
Tras lo ocurrido, el atacante guardó la pistola y se fue corriendo para buscar refugio, sin embargo, los familiares de su víctima con apoyo de la policía lo capturaron en el cruce de las calles Lorenzo Morán y Exploradores, a seis cuadras de donde quedó herido su enemigo.
Al inspeccionar a Gerardo, los agentes del sector Oasis no encontraron el arma con la que disparó, pero al ser identificado por los testigos del hecho violento, lo llevaron a la sede de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para responder por su crimen.
Mientras que Antuan se debate entre la vida y la muerte en una cama del Hospital General de Iztapalapa “Dr. Juan Ramón De La Fuente” por la gravedad de su lesión.