Fermina Damaris gritó por ayuda. Sus vecinos no lograron entrar al cuarto donde ella vivía hasta que hallaron la llave del lugar donde fue degollada y apuñalada.

El domingo por la tarde, vecinos de la mujer de 32 años escucharon pelear a la víctima con otra persona dentro de la habitación que rentaba en un domicilio del Pueblo de Santo Tomás Ajusco, en Tlalpan.

Pero ahí, a la habitación de la vecindad de la calle Fernando Montes de Oca, nadie logró entrar a auxiliar a la mujer.

Y es que según los habitantes, era normal que ella entrara en compañía de Cándido Romero, quien era pareja de la mujer.

Pero después de escuchar los gritos de auxilio, los vecinos supieron que algo ocurría dentro de la habitación. Eran las 5:00 de la tarde y la voz de Fermina Damaris pedía ayuda. Los testigos tocaron a la puerta de la habitación pero nadie atendió a su llamado.

Tras unas horas, la calma regresó al domicilio, pero al buscar a su vecina, no encontraron respuesta.

Por eso los habitantes de la casa pidieron ayuda de la dueña del lugar para que acudieran con los duplicados de llaves a abrir la habitación. Ahí encontraron a la mujer degollada y con el abdomen apuñalado.

Aunque llamaron a la ambulancia, ella murió horas antes de ser hallada. La dueña del lugar dijo que la mujer tenía dos meses rentando la habitación y que sabía que un hombre la visitaba.

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