CIUDAD DE MÉXICO.- "¡Lo picaron! ¡Lo picaron!", comerciantes gritaban que un hombre estaba muerto en la entrada principal del pasillo M de la Central de Abasto, en la

Eran apenas las nueve de la mañana del Viernes Santo cuando locatarios se percataron que en la zona deestaba un señor desangrándose. Tenía heridas producidas con arma blanca y estaba inconsciente. Aunque diableros intentaron reanimarlo, él ya no respondió.

Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), del sector Abasto-Reforma, llegaron al lugar y solicitaron una ambulancia. Sin embargo, paramédicos del (ERUM) certificaron la muerte del hombre, por lo que se dio aviso al Ministerio Público.

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Entre el tumulto y el ajetreo de comerciantes y ciudadanos que acudieron temprano a hacer compras, las autoridades intentaron cubrir el cadáver con un plástico negro.

-¡Ni en Viernes Santo perdonan. Dios mío!- Se escuchaba decir a una señora, quien prefirió no acercarse a mirar.

Testigos refirieron que el hombre no era comerciante, pero que sí lo ubicaban de vista porque solía quedarse a dormir en las inmediaciones del mercado.

Al sitio llegaron elementos de la Policía de Investigación (PDI), quienes hicieron recorridos por la zona y recabaron evidencias.

Peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) levantaron el cadáver alrededor de las 9:30 horas.

Ningún familiar o conocido se presentó a identificar el cuerpo.

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