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El par de tenis que Berenice calzaba, visibles bajo la estructura metálica colapsada, fue la señal que permitió identificar que ella y Miguel Ángel eran las víctimas mortales del Festival AXE Ceremonia. Fueron sus amigos y compañeros de trabajo quienes notificaron la tragedia a ambas familias.
Berenice era conocida por la mayoría de los periodistas que cubrían el evento. Con más de cuatro años como fotógrafa en la revista Mr. Indie, se había convertido en una figura reconocida en el medio.
Por eso, quienes presenciaron el accidente lograron identificar el par de tenis que ella llevaba cuando fue alcanzada por la estructura metálica.
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Tras el percance ocurrido la tarde del sábado en el Parque Bicentenario, la noticia comenzó a circular en redes sociales y medios de comunicación. La intención era que la información llegara hasta Aguascalientes, donde vive el padre de Berenice, y a Estados Unidos, donde reside su madre.
La noticia dolía aún más porque Berenice no solo era colega de Miguel Ángel, sino también su guía. Ella había recibido el encargo de enseñarle cómo cubrir el evento musical. Él, con apenas unos meses como fotógrafo en la revista, aprendía a su lado durante el festival.
La tragedia se resumía en una frase que pronto se hizo viral: una grúa colapsó y aplastó a dos jóvenes que cubrían el festival.
Aunque policías y personal del evento informaban que los jóvenes solo habían resultado heridos, compañeros y testigos aseguraban que ambos habían muerto. Antes de que las autoridades colocaran un muro para impedir el acceso visual a la escena, varios testigos alcanzaron a ver los cuerpos sin vida.
Ambos fueron trasladados al Hospital Rubén Leñero, pero, según las familias, ya no tenían signos vitales. “Ninguno de los dos fue atendido en el hospital. Ni siquiera bajaron los cuerpos, los dejaron en la camioneta hasta que llegamos a preguntar por ellos”, relató un familiar.
Cerca de la medianoche sonó el celular del padre de Berenice. Era una prima de la joven, de 28 años, quien le informaba que compañeros de su hija la habían contactado por redes sociales para avisarle del accidente.
De inmediato, el padre de Berenice se trasladó a la Ciudad de México en busca de respuestas. En el hospital, nadie le daba información. Aunque aún no estaba seguro de que su hija fuera una de las víctimas mortales, las más de seis horas sin actividad en redes sociales le confirmaban lo peor.
Alrededor de las 5:00 de la mañana, familiares y amigos vieron salir camionetas del estacionamiento del área de urgencias. Al acercarse, los guardias les informaron que transportaban los cuerpos de los dos jóvenes y que serían llevados al Instituto de Ciencias Forenses (Incifo).
Nadie pudo identificarlos en ese momento. Las autoridades explicaron que ambos cuerpos estaban en condiciones críticas.
Para la familia de Berenice, recibir la ropa y el par de tenis que ella llevaba fue la confirmación definitiva: su hija y su compañero habían muerto.