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Con su traje de mecánico, Luis llegó rápido a la Avenida León de los Aldama, en la alcaldía Gustavo A. Madero, porque le avisaron que su mamá murió atropellada. Al llegar al número 3542, en la colonia San Felipe de Jesús, vio su cadáver detrás de un microbús, marcado con el número económico 180.
La señora, de aproximadamente 50 años, quedó al lado de su bici eléctrica, rojo con negro, en la que iba circulando cuando presuntamente quiso ganarle el paso a la unidad de transporte público y, al quedar en un punto ciego, el chofer le pasó las llantas encima, a la altura del estómago y la cara.
Ella vivía en esa colonia por lo que la noticia de su muerte no tardó en llegar a sus seres queridos. Fueron decenas de familiares que se presentaron para identificarla y llorar su partida.
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Tres patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), del sector Pradera, acordonaron el área y dieron aviso al Ministerio Público.
La sensibilidad de los familiares se convirtió a ratos en agresión contra desconocidos y curiosos que se paseaban por el lugar para ver lo sucedido. A un señor lo golpearon porque quiso tomarle fotos a la difunta.
El momento crucial para todos fue cuando al lugar llegó una ambulancia forense. En el momento en que uno de los peritos de la Fiscalía capitalina destapó el cuerpo, Luis quiso abrazar a su mamá por última vez, pero los policías lo contuvieron.
El chofer del Microbús fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y trasladado al Ministerio Público para la definición de su situación jurídica.
