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-En la mañana pasé y vi un bulto-. Un señor que sacó a pasear a su perro a las siete de la mañana, notó que en un cesto de plástico había cobijas con sangre llena de moscas.
Eran los restos de una persona que fueron abandonados durante la madrugada en la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco, a unos metros de la Escuela Primaria José Antonio Torres, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Fue el olor apestoso lo que aumentó la preocupación entre los habitantes.
En grupos de chat vecinales, comenzaron a intercambiar fotos del hallazgo y a las diez de la mañana dieron aviso a los policías.
Por protocolo, primero llegaron Bomberos de la CDMX.
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El calor aumentó y el olor se hizo más fétido. Hasta ese momento nadie sabía de qué se trataba, pues incluso, algunos rumoraban que eran restos de animales.
Fue a las 1:20 de la tarde que la actitud nerviosa de los policías delató que se trataba de una persona asesinada.
En segundos corrieron a todas las personas y acordonaron la unidad para evitar el paso.
Iván vive en el edificio de enfrente. Él y más vecinos reportaron movimientos sospechosos en la madrugada.
Contaron que en la misma zona mataron a una persona hace aproximadamente dos meses.
-Es un punto ciego. Las cámaras que hay no apuntan a ese sitio, entonces los delincuentes ya le saben-.
Por la descripción que daban vecinos, se presume que los restos hallados pertenecen a una mujer.
-Se veía cabello largo. La destaparon poquito y se veía sangre-.
Sin embargo, autoridades no han confirmado esta información.
Los peritos de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) llegaron antes de las dos.
Las autoridades pusieron cartones, mantas y lo que tuvieran a la mano con tal de evitar la documentación de este suceso.
Así, mientras miles de personas marchaban a unos metros, en Paseo de la Reforma, conmemorando el Día Internacional de la Mujer, en esa zona de Tlatelolco se hablaba de un feminicidio más.