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-¡Fue la mamá de "Los Brócolis"!- Es lo que decía una de las vecinas de la Unidad Habitacional Fuerte de Loreto tras la ejecución de una señora, de aproximadamente 50 años, frente a uno de los departamentos de este sitio ubicado en la colonia Ejército de Agua Prieta, en Iztapalapa.
A las cuatro de la tarde se escucharon al menos seis balazos, dos de ellos rebotaron, en uno de los edificios de en frente, cerca de una ventila.
-Aquí a cada capillita le llega su misa!- comentó Joel, quien se identificó como excomandante de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).
Lo dijo porque la familia de la señora asesinada presuntamente se dedica al narcomenudeo.
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Se ensañaron con ella. Los gatilleros se aseguraron de no fallar y dejarla sin vida, para después darse a la fuga por las múltiples salidas y azoteas de la unidad.
En los minutos en los que el cadáver estuvo frente a sus dos nietos y su nuera, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y elementos del Ejército Mexicano se subieron a los edificios para buscar a los responsables. Uno fue detenido en el lugar.
Vecinas contaron que a cada rato matan a la gente adentro o fuera de la unidad. A veces por asalto y otras ocasiones por ataques directos.
-Aquí se refugian muchos delincuentes y están coludidos con los policías-, señalaba una de ellas.
El asesinato, para ellas, fue uno más de muchos que las han asolado desde que llegaron a vivir ahí.
En la esquina de donde quedó el cadáver se asomaba el residuo de una lona electoral con la frase "El Cambio Viene", una promesa que ahí no ha llegado.
Las quejas y los rumores de la inseguridad fueron interrumpidos repentinamente por la ambulancia forense, que llegó al sitio a las 6 de la tarde con 45 minutos.
Curiosamente los peritos de la Fiscalía capitalina tuvieron que llamar al cuerpo de Bomberos de la CDMX para que les ayudaran a levantar el cadáver, por lo pesado que estaba.
