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La Ciudad de México se encuentra bajo un yugo de violencia desmedida. Enero fue un mes con saldo rojo al cerrar con 63 homicidios dolosos registrados en la capital, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
A pesar de ello, febrero no dio tregua a la situación de inseguridad. El primer domingo de este mes, el pasado 2 de febrero, la zona centro volvió a ser escenario de violencia con una ejecución múltiple que dejó un saldo de tres personas muertas afuera de una vecindad ubicada en la colonia Penitenciaria, límites con la Morelos, en la alcaldía Venustiano Carranza.
Ahí acribillaron a “El Cacho”, “El Pirruña” y “El Ojos”, presuntos miembros de la Unión Tepito.
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Las tres ejecuciones, normalizadas bajo el fuego de una guerra entre cárteles en el centro de la ciudad, solo marcó la punta del iceberg a la venidera ola de asesinatos expandida a otras alcaldías.
No pasó ni una semana, cuando se registró otro ataque armado en un puesto de quesadillas en la colonia San Juanico, alcaldía Miguel Hidalgo, donde dos personas murieron tras ser baleadas por un par de sicarios que se dieron a la fuga. En la escena quedaron al menos 12 casquillos percutidos.
Balacera, tras balacera. Al siguiente día, el 8 de febrero, en la popular colonia Condesa, considerada área turística, llena de bares, restaurantes y boutiques, fue asesinado un hombre, de origen colombiano, afuera del hotel Flow Condesa, donde presuntamente se trafica droga.
Los sicarios han comenzado a operar como si se sintieran impunes, pues no les importó que la zona estuviera repleta de personas que salieron a divertirse un sábado por la noche. Incluso, circularon videos grabados desde discotecas y bares, donde se aprecia la ejecución del extranjero, a quien le dispararon en al menos 15 ocasiones.
Sin un día de tranquilidad, el 9 de febrero continuaron las ejecuciones directas. En la colonia Maza, alcaldía Cuauhtémoc, dos hombres fallecieron tras ser acribillados entre las calles de Aluminio y Atotonilco.
A pesar de la recrudecida violencia ese fin de semana, el lunes 10 de febrero, la CDMX despertó con la noticia de 5 hombres ultimados en la alcaldía Tláhuac, en el pueblo de San Miguel Mixquic.
El 11 de febrero siguieron los homicidios. A plena luz del día, en la colonia Narvarte, alcaldía Benito Juárez, fue asesinado un hombre afuera del taller mecánico Mopar’s Mafia, donde presuntamente se venden armas y droga.
Al mismo tiempo, otro hombre estaba siendo ejecutado en una gasolinera de la alcaldía Gustavo A. Madero, ubicada entre Norte 82 y Ángel Albino Corzo.
La violencia no paró ni un segundo, pues 24 horas después un hombre fue ultimado al interior de su domicilio, en la colonia Renovación, en la alcaldía Iztapalapa.
Estas son apenas las dos primeras semanas de febrero con 15 homicidios dolosos, que se suman a los 271 casos registrados desde que inició la administración de Clara Brugada.
