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La historia de Luis Óscar Jiménez Herrera, conocido con el escalofriante apodo de "El Asesino del Tinaco", es uno de los capítulos más oscuros y dolorosos en la crónica criminal de México.
Lejos de ser un caso aislado, su figura representa la materialización de la violencia que azotó al estado de Nuevo León entre 2013 y 2016. La gravedad de sus crímenes lo colocó rápidamente como uno de los asesinos en serie mexicanos más notorios de la última década y a continuación te contamos todo sobre este Ángel Caído.
Jiménez Herrera, quien se ganaba la vida como mecánico, llevó una vida aparentemente normal en Monterrey. Sin embargo, escondía una racha criminal que cobró la vida de al menos 16 mujeres.
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El sobrenombre de "El Asesino del Tinaco" surgió de un detalle macabro y es que, en al menos uno de sus crímenes, el cuerpo de una de sus víctimas fue encontrado escondido dentro de un tinaco de agua.
¿Qué lo llevó a cometer una serie de crímenes tan brutales?
Los antecedentes de Luis Óscar Jiménez sugieren un patrón de vida complejo y violento. Nacido en Durango en 1983, reportes extraoficiales indican que creció en un ambiente familiar disfuncional, e incluso fue víctima de abuso sexual durante su infancia. Esta historia personal, combinada con el desarrollo de un profundo desprecio hacia las mujeres, formó un caldo de cultivo para la violencia extrema.
Su modus operandi solía involucrar la privación ilegal de la libertad, la violencia física brutal y, en ocasiones, la extorsión a las familias de las víctimas.
Los documentos judiciales revelan que su patrón era la agresión letal tras discusiones o rechazos, lo que culminaba en la asfixia o golpes hasta la muerte, clasificado legalmente como feminicidio.
¿Cuál fue la sentencia para el "Asesino del Tinaco"?
La detención de Luis Óscar Jiménez Herrera en 2016 marcó el fin de su sangrienta actividad. Gracias a las investigaciones y la evidencia recolectada, incluyendo documentación de víctimas encontrada en su vehículo y análisis de teléfonos celulares, fue posible procesarlo por múltiples cargos de feminicidio y privación ilegal de la libertad.
En 2018, la justicia mexicana dictó una sentencia contundente contra el criminal.
Luis Óscar Jiménez Herrera fue condenado a 123 años de prisión, una de las penas más altas impuestas en el estado de Nuevo León.
Actualmente, se encuentra preso, cumpliendo su condena por los crímenes seriales que conmocionaron a todo México.