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Existe un calendario marcado por la Iglesia Católica que señala las figuras santorales a recordar según el día.
Este martes 24 de junio distintas iglesias en México y otros países festejan a San Juan Bautista.
Cabe mencionar que a este santo, junto con la Virgen María, es al único que se le hacen celebraciones por todo lo alto, y es que se sabe que fue el primo de Jesús de Nazareth, también instituyó el sacramento del bautismo en el río Jordán, cuando ungió la cabeza de Jesús en el agua (es por ello que se lo llama Juan el Bautista) y, además, fue el último profeta antes de la venida de Cristo.
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La historia de San Juan Bautista
San Juan Bautista nació en el siglo I a.C., unos seis meses antes de Jesús, y sus padres eran Isabel y Zacarías un matrimonio entrado en la vejez. A pesar de la esterilidad de Isabel, ambos oraban por un hijo. Las Santas Escrituras relatan que un día se le apareció un ángel del Señor a Zacarías y le dijo: “Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido escuchada, y tu mujer Isabel te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan”. Como Zacarías no creyó al ángel, este lo dejó mudo. Al poco tiempo, Isabel quedó embarazada y al dar a luz, los presentes sugirieron el nombre de la familia Zacarías, pero Isabel y su esposo, mudo todavía, se negaron a ello y le pusieron el nombre que habían escuchado del ángel: Juan.
A pesar de dicho relato, Juan el Bautista fue concebido de forma natural, no por intercesión del Espíritu Santo, como sí ocurrió con Jesús.
Su misión principal fue predicar el arrepentimiento y bautizar a la gente en el río Jordán, una acción que era un símbolo de purificación y preparación para la llegada del Mesías. Es más, fue el encargado de bautizar al mismísimo Jesús. Este evento es significativo porque en ese momento se dice que el Espíritu Santo descendió sobre Jesús y se escuchó la voz de Dios Padre.
Es considerado un profeta que preparó el camino para la llegada de Jesús en la Tierra, y luego se convirtió en discípulo de su primo.
Pero más allá de su muerte, su vida fue una llamada constante a la coherencia espiritual. Vestido con piel de camello, alimentado de miel silvestre y saltamontes, Juan simbolizaba la austeridad y el desapego de un verdadero profeta.
Llueve cada 24 de junio
En gran parte de México, el 24 de junio marca el inicio oficial de la temporada de lluvias. Por eso, no es raro que veamos tormentas o chubascos justo en esa fecha o en los días cercanos. Esta coincidencia natural con la festividad de San Juan Bautista fue lo que consolidó la creencia popular de que San Juan es quien “trae el agua”.
La fecha para recordar a este santo no es casual. Seis meses antes del nacimiento de Cristo, la tradición cristiana conmemora el nacimiento de Juan, como si el solsticio de verano, con sus días largos y su luz abundante, evocara la figura de aquel que vino a preparar el camino para la luz mayor que estaba por venir. En muchos pueblos de España y en ciudades como por ejemplo Barcelona o Valencia, la noche de San Juan se celebra con hogueras, baños rituales y reuniones que entremezclan lo sagrado y lo profano, lo antiguo y lo actual.
En el calendario litúrgico católico, el 24 de junio es uno de los pocos días dedicados al nacimiento de un santo, en lugar de conmemorar su muerte. Esa excepción nos habla de su importancia.
Oración para San Juan Bautista
Tal como señala la Agencia Católica de Informaciones- ACI Prensa, esta es la oración para pedirle a Juan Bautista por cualquier necesidad urgente:
Bendito San Juan Bautista, que fuiste elegido para anunciar a los hombres la venida del reino de Cristo, guía nuestros pasos por las sendas de la justicia y la paz, y alcánzanos del Señor su misericordia y perdón.
Gloriosísimo San Juan Bautista, precursor de mi Señor Jesucristo, lucero hermoso del mejor sol, trompeta del Cielo, voz del verbo eterno, consígueme del Señor su benevolencia y bendición.
Tú que eres el mayor de los santos y alférez del Rey de la Gloria, que eres más hijo de la gracia que de la naturaleza, y por todas las razones príncipe poderosísimo en el Cielo, consígueme del Señor su clemencia y protección.
Glorioso San Juan Bautista, hoy en mi desespero te ruego que me ayudes en estos duros momentos, necesito tu valioso auxilio para solucionar mis penas y miserias, media ante el Señor para que me conceda: (decir lo que se necesita conseguir)
Te pido mártir invencible que no desoigas mis penas y por los privilegios con que te enriqueció Dios consigue que mi pedido sea concedido lo antes posible si fuere conveniente para mi salvación; y si no, una perfecta resignación, con abundante gracia, que haciéndome amigo de Dios, me asegure las felicidades eternas de la Gloria.
Amén.